Helen me hizo sentarme en una especie de taburete, me pidió que la esperara un segundo mientras terminaba de buscar un poco de algodón para curar mis rasguños, pero para mi entre más pasaba el tiempo más incomodo me era todo.
-Así que te gustan este tipo de cosas Gran... supongo que esta bien, tuviste que haber pagado una buena fortuna para pasar todo una noche con Iris. -Me hablo Helen sin mirarme.
Como le digo que todo esto es un error... ¿Por qué estoy tan preocupado?
-No es lo que crees, es mi primer vez en un sitio como este.
-No necesitas mentirme, no te estoy juzgando, menos cuando trabajo para una casa de remoliendas. - dijo decepcionada.
Ella se acerco a mi espalda.
-Quédate quieto... que bonito tatuaje...
Sea lo que me puso me ardió bastante, de hecho me lo apretó contra las marcas que habían dejado las uñas de Iris, así que creo que eso lo hizo intencional.
-Helen no te miento, es la primera vez que vengo, y yo no pague, La señora Felia dijo que corría por cuenta de la casa... yo ni siquiera quería venir, solo quería salir corriendo de este lugar.
Ella hizo un sonido con la boca algo pensativa.
-Y supongo que corriste directo a la entrepierna de una prostituta.
No podía negar que tenia razón...
-¿Qué quieres que te diga entonces?
-No tienes que decirme nada realmente, al final nosotros solo somos casi dos extraños. - dijo Helen mientras volvía hacerme algo de daño con lo que me aplica en la herida.
-Yo... pense... que al menos eras mi amiga... tal vez me equivoque entonces...
-Al igual que con Fress eso ibas a decir ¿no es así Gran?
Ella dejo de atender mis heridas por un segundo.
-Supongo que si... perdón yo... - dije sin poder mirarla a la cara.
-Si tal vez tengas razón, puede que la desconfianza sea algo de familia... voy a aplicarte un enguanto y estaremos listos.
Las palabras de Helen que no eran nada fuera de lo común estaba a punto de hacerme llorar.
Yo traicione a Hero... yo por alguna razón mi siento mal por Helen... mierda duele muy dentro de mi... si Lay nunca me hubiera traído aquí esto nunca habría pasado.
-Enserio te vas a poner a llorar ahora... asunto tuyo supongo. - Dijo Helen fríamente.
-Cállate Helen, por un demonio cállate, tal vez sientas que de alguna manera te pase a llevar, pero nosotros no éramos nada como dijiste, aunque al menos pensaba que era tu amigo, por Morrigan si apenas hablábamos cuando nos encontramos en la calle y solo fuimos a un bar juntos una vez, no tienes derecho de reclamar si estoy llorando o no, ni siquiera sabes el motivo de mis lagrimas.
-Tienes razón, estamos listo, vuelve a vestirte y vete.
Me puse mi ropa, solo quería mandar a todos a la mierda sobre todo a Lay.
Helen se lavaba las manos con una cubeta con agua que tenia ahí.
Abrí la puerta para irme, pero me detuve, luego la volví a cerrar.
-Hel... enserio quieres que todo esto termine así.
-Terminar con que Gran, ya te lo dije no somos nada tú y yo.
Me acerque a ella molesta.
-Al carajo con eso... no creo que que entre los dos no pase nada, me niego a creer eso, cuando baile contigo al menos yo...
Pero que estoy diciendo a cado Helen me gustaba, era esa idea si quiera posible, pero en mi mente sigo pensando en Hero, pero entonces ¿por que me dolía tanto esta situación?, ¿por que tengo miedo de perder a Helen?
-Gran suéltame, enserio me das asco... si había algo hoy desapareció, estoy en mi trabajo vete.
-Correcto.
La solté como me pidió me di media vuelta, mis emociones estaban a reventar, y no pude evitar que pasara lo siguiente, con mi mano izquierda golpeo un estante de madera, lo hice con tanta fuerza que lo rompí, pero de mi mano comenzó a brotar sangre.
-Mierda... - grite de dolor.
Sali de ahí dando un portazo que hizo que la puerta no se cerrara.
-Gran tu mano... - dijo Helen algo preocupada.
Al apenas salir de la pequeña habitación me tope con Iris, estaba igual como la había dejado a excepción que se había puesto un pequeño camisón que le cubría los senos, apenas.
-Todo bien Gran, no me digas que de nuevo esta tonta se peleo con un cliente.
-No descuida Iris. - Dije ocultando mi mano con mi espalda.
-Gran, idiota debo atenderte esa mano.
-No necesitas preocuparte por mi huesuda. - dije con rabia.
Me largue de ahí.
Helen se acerco a Iris molesta.
-Deja de meterte con los clientes Helen, traes mala fama al local.
Helen le dio una cacheta a Iris, mientras se le escapaban tanto lagrimas como algún que otro quejido.
-Eres un Puta de mierda...
Iris me miro a mi que ya casi salía del pasillo y a Helen.
-Huesuda, dime el te llama Hero.
-Eso es todo lo que tienes que decir...
-Que yo sepa no tengo que hablarte de mis clientes al menos que sea por una enfermedad, ahora responde mi pregunta. - Dije Iris apunto de perder la paciencia.
-Claro que no, pero eso que mierda importa puta.
-Entonces olvídate de él, el esta enamorado de una mujer que se llama Hero, y no me culpes a mi de tus líos amorosos, para mi es un cliente que la misma jefa me trajo, yo hago mi trabajo, y si tu sientes algo por él, primero como quieres que lo sepa, y si no tuviste los ovarios bien puesto para decirle lo que sientes, no vengas a desquitarte conmigo estorbo... la jefa debería haberte echado desde que te ponías a discutir con los clientes, solo eres una garrapata.
Iris le devolvió la cachetada a Helen.
-Venia a invitarte a comer, pero púdrete por ahí.
Yo ya iba saliendo, se que la Señora Felia la dueña del establecimiento me hablo, pero yo la ignore.
-¿Como la pasaste querido?...
No me tomo mucho tiempo llegar a casa, apenas salí el sol me daño un poco los ojos probablemente por estar mucho a oscuras.
Entre y lo primero con me tope era justo la persona que quería evitar a toda costa Lay, porque sabia que me iba a desquitar con ella.
-¿Como la pasaste Gran?
Ella estaba sentada en la mesa mientras comía sola, yo me acerque a ella, con las manos abiertas golpee la mesa.
-Escúchame bien De Poart, nunca en tu vida vuelvas hacer esto, no se te ocurra por un segundo volver...
A Lay la pille desprevenía, tal vez pensaba que iba a estar agradecido por "su regalo", pero era todo lo contrario
Me detuve ahí porque sabia que iba reventar, entonces me fui a mi habitación o eso pretendía.
-Gran, perdón no te entiendo, te molesto, si fue así no...
-¿Molestar?, eso seria poco, no sabes lo que me hiciste hacer, que mierda de todo lo que hable nunca entendiste, amo a Hero, como crees que me siento, MIERDA.
-Gran no pretendía que te hiciera daño, pense que...
-Pensar no pensaste ni una mierda, pero que mierda me espero de alguien que por experiencia solo tuvo una...
Termine simplemente pegando un grito.
-Vete al carajo, déjame tranquilo ¿quieres?
Me encerré en mi pieza.
Lay se quedo quieta sin saber que hacer.
-¿Bastarda que le hiciste a Gran para que este tan molesto? - Dijo Mirian desde el pequeño balcón del segundo piso de la casa.
-Yo... creo que no estoy muy segura Mirian.
Alguien había abierto la puerta de la casa. era Roy que había llegado de comprar en el mercado.
-¿Esta todo bien?, el grito de Gran se escucho hasta fuera.
-Hermano... cuando yo te lleve a ese prostíbulo para tu cumpleaños...
-Si el muslo rosa, lo recuerdo el que estaba cerca de la ciudad donde vivíamos, ¿Qué paso con eso?
-Tú no te molestaste conmigo cierto, ¿ósea la pasaste bien?
Roy dejo sus compras sobre la mesa.
-Mmm al inicio recuerdo que estaba algo asustado, no sabia que pasaba y tú me dejaste ahí y te largaste de inmediato, así que al inicio la pase algo mal, pero luego de eso se me olvido todo, yo la pase bastante bien en realidad, recuerda que te lo agradecí bastante.
Entonces porque Gran quería llorar.
-¿A que viene la pregunta?... espera no me digas que el grito de Gran... lo llevaste a uno, ¿no es cierto?
Lay asintió, ya era raro que ella hubiera hablado tanto.
-A lo mejor a Gran le guste los hombre y por eso se enojo.
-No es eso, estoy segura que le gustan las mujeres.
-No me siento muy cómodo que mi hermana me diga de manera muy segura y sin dudas que a Gran le gusta las mujeres, sobre todo cuando duermes con él.
Lay se encogió de hombros.
-Me esperaba esa reacción, supongo que tal vez este enamorado, y si lo llevaste ahí y lo hizo con alguna mujer debe sentirse conflictuado... pero déjalo se le pasara.
Tal vez si lo termine hiriendo después de todo... incluso sin arma logro herir a la gente que quiero... que escupida fui.
Lay se acerco a mi pieza, sin entrar, ella acaricio la puerta.
-Perdón, no quería herirte, yo pense que disfrutarías como hizo Roy, pero... perdóname Gran.
No le respondí lo que menos quería hacer ahora era verla o hablarle.