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Chapter 58 - Corazón de ira

Tenia que confiar ellos, pero estaba ansioso, se que Armos habia muerto en combate, porque me tope con su cabeza degollada cundo venia de camino a la torre, cuando intente entrar uno de los saqueadores me ataco inmediatamente, yo sin pensarlo, esquive muy fácilmente, incluso hasta em sorprendí de ellos, apenas tuve que dar un paso al lado muy tranquilamente y mate a mi adversario clavándole la daga en el corazón, pero esta muerte me afecto más que las anteriores, al sujeto que habia matado no tendría más edad que Roy, era un apenas un joven, tuve que aguantar toda ese sentimiento que me devoraban por dentro.

Entre a la torre, pero ya habia llegado al limite de lo que estaba reprimiendo, me saque la media mascara y vomite por un buen rato, pero no podía quedarme así los demás necesitaban ayuda, así que tenia que buscar ese cofre rápido.

Subí por la escalera de caracol, hasta llegar a la parte de más arriba, la puerta estaba cerrada con llave, pero con un par de embestidas que dolieron bastante, logre derribar la puerta.

Dentro de esa pequeña sala habían doce cofres medianos, abrí uno para ver su contenido y estaban repletos de monedas de plata y oro, así que supuse que eran los impuestos.

-Bien, veamos este lugar esta lleno de cosas, recuerda Magnus dijo cofre pequeño con un cuervo en la tapa.

Comencé a buscar a la desesperada para apurarme, encontré un montón de cosas, armas, joyas, mucho vino, incluso una que otra armadura, pero nada del cofre, a mis pies se habian caído unos papeles, que los recogí y los leí, era un informe de la cantidad de dinero reunido, se a reunido 8 cofres de impuestos de las aldeas aledañas bajo el feudo del Rey Eduardo, se notifican que las aldeas más alejadas no han pagado aun.

Como que ocho cofres, si aquí hay doce... comencé a leer las cartas, estaban dirigidas para el barón de Mons, las cartas decían en resumen: desvíen los fondos, uno hombres que trabajan para mi irán a buscarlos, debería estar el capitán Mullers entre ellos, entréguenselos, él sabrá que hacer, sobre el dinero faltante, quemen los libros de contabilidad, diremos que no han pagado, y listo, será problema de esos salvajes.

Dentro de los pueblos que dejaron como impagos estaba Mordagfell, cosa que me molesto más de lo que podía creer, los otros dos pueblos que dejaban impagos era un llamado Resgas que no conocía, y Valldeim un pueblo que residen algunos vikingos que asaltaron Irlanda, pero que con el tiempo se radicaron por acá, y se pusieron bajo el yugo ingles, tengo entendido que ese pueblo lo gobierna un pequeño señor, bajo el estandarte de Inglaterra.

Me guarde los papeles molesto, pero no era tiempo de esto, seguí buscando hasta que debajo de una mesa bien al fondo lo encontré, era un cofre bastante peculiar, muy pequeño que cabía en las palmas de dos manos, de oro, plata y creo que era madera de robles, con un cuervo devorando un ojo en la tapa, intente abrirlo, pero estaba cerrado con llave, así que no pude ver lo que habia dentro, lo puse dentro de un paño y me lo amarre en mi cintura, como habia hecho anteriormente con mi protector.

-Tal vez... supongo que nadie va a extrañar un poco...

Abrí un de los cofres, y metí algunas monedas en un pequeño saquito que traía, con esto al menos tendré algo de dinero, de hecho estoy seguro que tenia más de lo que recibía en 4 años como escudero... realmente no se si Willfest es muy tacaño o el sueldo que me da es igual para los demás escuderos, y como todos me miran mal no es que pudiera averiguar.

El sir luchaba de lo más tranquilo, como si tuviera nervios de acero, pese a estar en desventaja numérica, el apenas se movía, evitaba a toda costa hacer movimiento innecesarios, de hecho ver su esgrima era ver los movimientos básicos, sin ningun movimiento pomposo, pero llevado a un nivel casi inhumano, partía a sus oponentes como si se tratara de un leñador cortando arboles.

Mientras observaba como luchaba Willfest por una ventana de la torre, que habia por las escaleras, me hacia pensar que ni siquiera se estaba esforzando, aun me pregunto en que carajos pensaba cuando lo ataque hace unos meses atrás, sin duda pudo haberme matado fácilmente.

Willfest partió a un hombre matándolo en el acto, un segundo contrincante agarro el brazo del sir con un látigo, mientras que otro aprovecha la abertura para matar al Sir, pero sin perder los nervios, con un arrebato de fuerza empujo al sujeto que sostenía el brazo de Willfest con el látigo para moverse y decapitar al hombre que lo atacaba, luego se acerco de un salto al idiota del látigo y lo remato en el piso.

-Mujer, que no habia nada mejor entre los tuyos, pensar que llegue a preocuparme cuando me entere que iban a asaltar esta torre.

La mujer enmascara se acerco a Willfest, empuñando su hacha.

-No cantaría victoria todavía forastero.

Willfeste se rasco la barba algo desinteresado.

-Podemos dejar la farsa, se quien eres mujer, además tu aprendiste de tu marido, el nunca me pudo derrotar que piensas que vas a ser tú contra mi

Ella se rio muy fuerte.

-Escúchame Marshall...

Willfest ataco como una fiera, casi como cuando ataca a Velaria cuando se la topo en el bosque. La mujer enmascarada apenas pudo bloquear el ataque con su hacha.

-Nunca vuelvas a llamarme por ese nombre.

-Que delicado saliste Willfest.

Willfest habia perdido su calma, un error que permitió que otros dos hombres lo atacaran por la espalda, y esta vez no le daría el tiempo para frenarlos o esquivarlos.

Para su suerte, me moví en mi postura agachada, y rápidamente le abrí el cuello a los dos atacantes que atacaban por la espalda al Sir.

-Un caballero me dijo una vez que si pierdes la calma en un combate, estas muerto Will.

-No fanfarrones, muchacho... te debo una escudero, mira que al fin haciendo tu trabajo, casi me haces llorar.

-Dicen que mejor tarde que nunca Will.

Un grupo de seis Irlandeses no habia rodeado, dando espacio que la mujer se pudiera alejar.

-Yo me encargo de los 3 de la derecha tu encárgate de los otros 3 de la izquierda Gran.

-A la orden Sir.

No habia manera de darme cuenta, pero la mujer enmascarada se habia sorprendido de escuchar mi nombre, incluso se puso algo nerviosa.

Todos seguíamos luchando, casi estábamos todos cansados, a excepción de Willfest y Roy, que parecían estar casi aburridos, Lay como siempre estaba llena de sangre de sus enemigos, pero estaba demasiado lenta, a mi las piernas ya me estaban temblando por pelar muy agachado, pero no es que pudiera hacer otra cosa.

Con un simple puñal que lance mate a uno, que le di por la frente, aproveche que los otros quedaron perplejos para atacarlos, aun así el Irlandés logro bloquearme, el otro me ataco, pero me agache dañando a su compañero, abriéndole una herida en el brazo. Gire en mi mismo, le rebane la pierna a uno y luego lo mate, el otro me ataco con su espada bastarda, pero me ataco muy abiertamente, así que simplemente me agache incluso más para que su ataque pasara por encima de mi cabeza y le abrió el estomago con mi daga.

-¡¡Gran cuidado!!

Uno de los hombres que atacaba a Willfest vino contra mi empuñando su espada, logre esquivarlos muy apenas, pero logro herirme superficialmente por el costado, con todas mis fuerzas apuñale su cabeza matándolo en el acto.

-Muérete de una puta vez Gran...

La mujer enmascarada me atacaba con su hacha, pero esta vez me iba a dar de lleno, no tenia mucho que hacer, pero entre todo al fin habia reconocido quien era esa enmascarada...

 Mi cara se lleno de sangre, pero no era mía, estaba viendo lo que menos quería ver, Lay se habia interpuesto entre el ataque de la enmascarada, habia recibido el hachazo en su vientre, un ataque mortal, la enmascara retiro su arma del estomago de Lay muy fríamente, cosa que hizo que brotara un mar de sangre de ella, Lay trastrabillo, yo logre sostenerla antes de que callera al suelo. La enmascarada estaba descepcionada por no haberme dado a mi.

Tanto Roy como su padre quedaron helados por presenciar el brutal golpe que Lay recibió en su estomago.

-Lay no... por favor...no, resiste, estarás bien... te lo aseguro...

Lay me miraba sonriendo, pero su cara tenia un aspecto terrible, yo intentaba cubrir como sea la herida, pero era gigantesca.

Ella puso su mano sobre mi cara.

-Descuida... lo importante es que a ti no... cof...cof...

De la toz de Lay emano sangre que mancho mi pecho, pero eso no me interesaba.

-Lay aguanta... prometimos siempre volver el uno con el otro... no... me abandones... yo perdón fui un idiota... te culpe... cuando yo fui el culpable. - dije sin poder evitar llorar.

-Gran tú estas bien, eso es lo que... me importa.

Lay llevo su mano ensangrentada a mi mejilla, ella me beso en la boca de la mascara de oni, y desfalleció.

La abrace con fuerza, mientras gritaba su nombre.

Por alguna razón, mi mente la sentía como si tiritara, era extraño, pero esa sensación nunca la habia tenia antes, sentía que la ira se comenzaba a apoderar de mi lentamente, hasta que sea lo que sentía se detuvo por un segundo, yo decidí arrojarme finalmente al pozo que habia dentro de mi.

-¡¡Fress!!

A lo lejos todos los pájaros salieron despavoridos del lugar.