Roy abrazaba a su hermana mientras lloraba, la pobre de Lay seguía muy confundida, pero respondía a las muestras de cariño de su familia, algo no muy normal de ella, pero aunque no comprendía muy bien lo que sucedía Lay si veía el miedo y el temor del resto.
Aunque ahora comenzaban las preguntas.
-¿Como es esto posible? - preguntaba Willfest con un dejo de alegría.
Pero de pronto su rostro cambio.
-No primero hay que llevarla a la cama, Lay no debes estar en pie, menos con la herida que tienes.
-Esto me extraña, no siento mucho dolor, solo algo punzante, ni siquiera me cueste moverme, pero si tengo mucha hambre.
-Porque mejor no buscamos algo de comer y llevamos a Lay devuelta a la cama. - Les dije antes de que empezarán a preguntar lo obvio.
Willfest fue a preparar algo de comida a Lay, mientras que yo junto a sus hermanos la llevamos a su habitación, con mucho cuidado, pese que ella decía que podía mover sin mayor problema.
Le busque ropa para que pusiera algo más cómodo para ella, pero insistió en quedarse con mi camisón mientras lo olía, así que solo le pase unos pantalones, no había que ser un adivino para saber que se sentía incómoda con todos nosotros en su habitación, además que Roy no paraba de abrazarla, lo mismo Mirian, cosa qué no estaba muy acostumbrada por parte de ellos.
-Ya déjenla respirar un poco la están ahogando, se que están feliz, pero recuerden que ella no está muy acostumbrada a los mimos.
-Querrás decir a nuestros mimos, porque estoy seguro que si fueras tu Gran, mi hermana estaría muy a gusto contigo mientras la abraza. - Dijo Roy celoso.
-No quiero ser fría con ustedes , cuando están preocupados por mi, pero podrían darme algo de espacio... Hermanos.
Roy la soltó, pero Mirian seguía abrazada al brazo de Lay, escena que me era algo adorable de ver, quien diría que esa niña maleducado que trata a su hermana de bastarda, ahora este tan preocupada de ella, me acerque a Mirian.
-Vamos hay que darle espacio a tu hermana Mirian, ella necesita descansar, dejemos la sola.
-Gran quédate necesito hablar contigo...
Roy se llevó a su Hermana Mirian, que antes de irse me habló.
-Gracias por cumplir tu promesa... Aparecido.
El aparecido sobraba, pero supongo que era el mejor cumplido que podía esperar de parte de ella.
-Créeme fue un placer hacerlo.
Roy nos miro extrañado, y estaba seguro que me iba a preguntar después.
Me senté en la silla que estaba al lado de la cama de ella, apenas lo hice sentí todo el cansancio que había acumulado en estos días, incluso sentí que por unos segundos me iba a desmayar.
-Gran puedes explicarme que sucede, Por que todos me tratan como si vieran un milagro.
-Lay tu ibas a morir, es por eso, el golpe del hacha que recibiste en el estómago, fue bastante grave... Así que si es un milagro que estés viva.
Lay se quedó observando mi cara, estiró su brazo para pedirme que diera la mano, yo se la acepte felizmente.
-¿Tiene que ver con esa mujer?
Por un momento me dio un escalofrío, ¿Cómo sabía que?... No sabía ni que decirle.
-Hablo de esa mujer, la del bosque en el acantilado, la que te curo mágicamente.
Eso me calmó un poco la ansiedad, por nada del mundo quería decir que hice un pacto con una Diosa... Carajo esa mierda suena mucho peor ahora que lo digo en mi cabeza.
-Si algo parecido Lay... Me permites verte la herida antes de que venga tu padre.
Lay se subió el camisón, yo comencé a quitarle las vendas llenas de sangre, cuando se las saque, tenía una cicatriz bastante fea, pero sana. Lay también estaba algo asombrada.
-No se ni que decir, casi no queda nada de la herida, pero simplemente me alegra que estés viva, te vuelvo a pedir perdón, yo fui un idiota.
-¿Podre volver a dormir contigo?
-Si por supuesto Lay, claro que volveré a dormir contigo.
-No me pidas más disculpas, hagamos que no paso nada, yo también cometí un error, dejemos las cosas así... Solo si hay una segunda vez, te pido que hablemos primero.
-Por su puesto, está vez haré las cosas bien Lay.
Escuché los pasos de Willfest acercándose, estaba claro que el no podía ver la cicatriz curada de Lay, metí las vendas ensangrentadas debajo de la cama para que no la viera.
Willfest entro a la pieza, yo me quedé sentado en la silla, su padre traía una bandeja con un plato con sopa y un pedazo de pan.
-Come esto hija... ¿Cómo te sientes?
Ella miro a su padre.
Supongo que bien capitán. - dijo fríamente.
Por lo visto estaba volviendo a su actitud fría con los demás. Toque la mano de Lay.
-El ha estado tan preocupado como yo, que hablo, todos han estado preocupado por ti, sabes que nunca he querido meterme Lay en tu relación con Willfest, pero al menos se amable con el... Está vez.
Ella me miró incómoda.
-Gracias papá...
Willfest al menos estaba sonriendo por eso.
-¿Lay estás bien?, estuve preocupada por ti, yo me alegro que no hayas...
-Roja... Gracias por sus preocupaciones, las de todos, mañana agradeceré a mis hermanos.
-Yo me retiro, ustedes también deberían irse, dejen descansar a mi hija. - dijo Willfest
-Gran se quedará conmigo, dormiré con el.
Willfest me miró como si fuera una mala broma, pero no dijo nada y se fue.
-Roja te ves peor que yo la verdad. - dijo Lay mientras comía.
-En eso tiene razón, Roja, si sigues así no vas a durar mucho, se que tu sueño es ser soldado, pero mírate Roja, te ves del asco y te lo digo sabiendo que yo me veo en este momento peor que tú.
Amelia se sentó a los pies de la cama.
-Creo que no es momento de preocuparse por mi, pero no me voy a rendir, lo voy a lograr créanme. - Decía Amelia que no dejaba de mirar a Lay muy felizmente.
Lay había dejado de comer, mirándome como que tuviera más hambre, pero seguía viéndose confusa.
-Roja ¿al menos porque no duermes en pieza?, yo dormiré con Lay, así que mi cama estará disponible estos días, solo deja cambiar la ropa de cama y tu lleva la que estás ocupando en el sofá.
-Eso... Sería de mucha ayuda en realidad, tal vez con eso pueda descansar algo más.
-Roja nos deja a solas con Gran.
Eso fue tan directo que me dolió hasta mi.
-Mañana vendré a hablar contigo Lay, aunque tú frialdad duele. - Dijo molesta Roja.
Ella se retiró de la pieza, yo fui a buscar la ropa de cama de mi pieza y cambie las de Lay que estaban manchadas de sangre. La cama de Lay era mucho más grande que la mía así que iba a ser algo más cómoda que cuando dormíamos en la mía.
Me acostó al lado de ella, lo primero que hizo Lay fue acorrucarse en mi hombro mientras veía al techo.
-Por Morrigan me alegro que estés sana Lay.
-¿Desde cuando eres creyente de Morrigan Gran?
-Tal vez desde ahora que te veo sana y salva... Si no te molesta Lay que se sintió estar... Ya sabes a la deriva.
-Dudo que pueda contestarte eso, no recuerdo nada como ya te dije, pero yo tengo una duda, me sentí mal todo ese tiempo por qué te hice algo mal, pero no sé que fue.
-Lo único que hiciste mal fue llevarme a un prostíbulo sin preguntarme, el resto todo es culpa mía, yo traicione finalmente a Hero y creo que de paso lastime a Helen.
-Entiendo... ¿Helen?
-Si ni yo lo entiendo aún, pero parece que le gustaba a Helen o eso creo, enserio se me dan mal esas cosas.
- Y tú Gran sientes algo por ella?
-No estoy muy seguro de que es lo que siento por ella y en este momento no creo que pueda aclararme, solo me importas tu por ahora.
Lay se apoyo en un brazo, movió mi brazo para que la abrazara mientras ella lo ocupaba como almohada.
-Desde que desperté me siento algo extraña como si fuera imperativo servirte, y por alguna razón cuando vi al cuervo por la ventana en el pasillo me sentí atraída a el, aunque supongo que eso es lo que menos debería preocuparme por ahora.
-Puede que tengas razón, no creo que debas preocuparte por ello, además no sientas que debas servirme, yo me conformo que sigamos como hasta ahora, aunque si puedo opinar me gustaría que fueras más concreta cuando peleas, eso haría que tuvieras menos heridas y no vuelvas a salvarme te lo pido, no podría vivir sabiendo que mueres por mi culpa Lay.
Ella me acaricio la mejilla, luego me dio un beso en ella.
-Hare lo que crea que debo hacer Gran, tampoco puedo dejar que te maten, pero hagamos un trato yo intento frenar mi odio en combate y tú aprende a estar atento a todo lo que te rodea en un combate.
- Hecho, tenemos un traro. - Dije sin dudar a Lay.
-Abrásame quiero dormir entre tus brazos Gran.
La abrase y le di un beso en la frente.
-Buenas noches Lay.