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Chapter 65 - La resucitada

Nos levantamos temprano para cepillar el largo cabellos de Lay, para luego hacerle la trenza, la parte de cepillarle el cabello era algo que ella odiaba, pero se aguantaba y cuando le tiraba mucho el pelo a veces se desquitaba con un golpe, pero está vez estaba muy calmada mientras la cepillaba.

-Lay se que te he preguntado esto muchas veces, pero perdona tengo miedo, ¿te siente bien?

Ella me detuvo, me agarró el brazo, luego me abrazo.

- Enserio me está molestando un poco que me lo pregunté a cada rato, estoy bien, muy bien, mejor que nunca... Te puedo preguntar ¿por qué Roja me miraba muy preocupada ayer?, no es que seamos cercanas

- Tal vez no debería contarte esto, porque Amelia no quería hacerlo, pero ella me dijo que fueron amigas de la infancia cuando niñas, ella se sintió triste porque no la reconociste y por eso decidió no contarte las cosas.

Ella me miró a la cara extrañada.

-Ella es esa niña la pelirroja bonita con la que jugaba... Supongo que por eso me hacía acordar a ella.

-Recuerdo que me lo mencionaste una vez que te hacía acordar a tu amiga de la infancia, si que eres distraída para no haberla dado cuenta.

Lay ahora olfateaba mi cuello cosa que últimamente estaba haciendo desde que le pase mi camisón para que se abrigará anoche, aunque preferí no prestarle mucha atención.

-Que esperas, no la veía desde que me fui al Castillo real en Inglaterra... Y ya sabes que pasó ahí...

Solo le devolví una sonrisa, no quería que ahora tuviera que pensar en ello, seguimos soltando el cabello de Lay y comenzó a hacerle la trenza, una ves termine, ella se levantó de la cama.

-¿A dónde crees que vas Lay?

-A la cocina sigo con mucha hambre, la verdad.

-Lay que crees que dirá tu familia si te sigue viendo como si nada hubiera pasado... No me levantes los hombros... Ahhhhh, solo no le cuentes lo que te dije anoche, lo de que te curaron de otra manera... No creo que la magia sea muy bien vista en esta época.

- Así que si fue magia, aunque bueno lo suponía cuando dijiste que fue algo parecido a lo de esa mujer que nos topamos en el bosque... Sin duda si el capitán se entera estará molesto, no, creo que iracundo Gran.

-Entonces mejor que no se entere Lay, por eso preferiría que te quedes acostada.

-Me niego Gran, no me gusta estar en cama.

-Anoche no veía quejarte de estar en ella.

Lay me golpeó una patada en el trasero, bastante fuerte.

-Si, si lo entiendo me lo gane...

Ahora me daba un beso en la mejilla.

-Lay enserio a veces no logro entenderte.

-La patada fue por el chistecito de la cama y por no haber querido hablar conmigo todo ese tiempo, y el beso porque me imagino que sufriste mucho intentando que no muriera.

Me sentía muy encantado con Lay, incluso hasta me sentía a gusto con sus golpes.

-Gracias, agradezco la patada y el beso, ahora vamos a que Willfest sospeche, al menos hazme el favor de no ponerte la armadura... Suéltala Lay.

-Esto bien, está bien, solo por hoy.

Bajamos a comer, Willfest estaba cocinando cerdo... Enserio que creen que se les debe dar a los enfermos en esta época... Cómo sea cuando Willfest vio a Lay levantada le dio un ictus.

-Hija, pero que cojones haces levantada, deberías estar descansando, de hecho iba a buscar a la curandera para que te viera.

Lay se sentó en la silla de la mesa haciendo caso omiso a lo que dijo su padre.

-No más, es enserio, me encuentro perfectamente, ni siquiera tengo ya alguna herida voy a estar bien.

Mierda, tenia que decir eso.

Willfest miro muy confundida a su hija se acercó a ella, le agarro el camisón y se lo levanto dejando el vientre al descubierto.

-Por el amor de Dios ¿Cómo es esto posible? - dijo asustado cómo si viera un horror más que un milagro.

Willfest me miró como si fuera culpable de que la herida de su hija sanará, cosa que lo era.

-¿Gran que diablos hiciste con mi hija?

-Willfest a mi no me mires estuve tan sorprendido como tú, cuando anoche revise a Lay. -Dije mintiendo y rogando a qué se creyera mi mentira.

-Gran escúchame bien si descubro que tú estuviste metido en la recuperación milagrosa de Lay y fue con...

-¿Con que Willfest?, que lleva ocultándome hace tiempo, primero fue cuando atacaste de manera descontrolada a Velaria la largoviviente en el bosque que si no es por mi te mata, luego mi apellido, hay algo extraño en todo esto, y ahora, ibas a decir magia ¿no es así?

Willfest me miro bastante molesto, decidió no hacer casos a mis preguntas.

-No se de que hablas muchacho, solo te lo volveré a preguntar, no tuviste nada que ver con lo de Lay, ¿Cierto?

-No Willfest es enserio, no tengo que ver con lo que sea que haya sucedido, pero por Morrigan estoy feliz con cual sea el milagro que haya pasado, ahora si quieres respuestas mías, Willfest, también voy a querer respuestas tuyas.

El sir puso una cara de sorpresa.

-¿Morrigan?

-Desde cuando se te pegaron las costumbres de los Irlandeses.

-Creo que fue alguien que me dijo que buscara algo de fe, creo que tal vez la encontré en ella.

Mas decía eso por el trato con la diosa, que por creer en ella misma, o sea no es que dudara de ella, menos ahora que Lay esta viva y coleando, pero no se si me arrepentiré en el futuro... no, no lo hare, Lay vale todo lo que me venga encima.

Will hizo algo no muy propio de el, chistar. Sirvió la mesa y se dio por vencido.

-Coman prepare algo de cerdo, Lay come todo lo que quieras si necesitas más, avísame y puedo cocinar más, creo que necesito una cocinera en esta casa, con tantas personas, necesito ayuda extra.

-Míralo de este lado, Willfest desde que estoy yo y Roja, al menos Mirian ya no queda sola... hablando de eso, encontré algo en la torre que deberían saber, encontré unas cartas, donde estaban robando impuestos, la contabilidad decía que habian 8 cofres de impuestos, pero habian doce, y las cartas estaban escritas por el Barón de Mons estaba robando el dinero de pueblos como el de Mordagfell, ocupaban a Mullers para mover el dinero segun lo que leí.

-Gran si tienes prueba de eso, por fin podría hacer caer al baron.

-Las tenia, ahora esas cartas las tienen Helen, se las di como prueba de que estaban jugando con todos, si las quieres tienes que hablar con ella, y antes que me digas algo, no estaba pensando bien, fui a enfrentarla, porque el día que Magnus me dio el trabajo la vi saliendo a ella de su forja, entonces no me tomo mucho deducir que ella sabia todo.

-Eres un idiota Gran, y esa familia de mierda, pues claro que ella lo sabia todo, porque siempre donde voy tiene que recordarme la existencia de ellos... no importa, de todos modos pensaba pedirle a la huesuda del burdel que revisara a Lay, al fin al cabo, ella no le tomo nada de tiempo saber que lo de Lay era grave y que las suturas estaban mal hecha. - Dijo Willfest.

-No estoy de acuerdo con que ella revise a Lay, no de nuevo Will.

-Búscala, yo si estoy de acuerdo, y creo que la que debe decidirlo soy yo Gran.

Tome un largo suspiro de resignación.

-Como tú quieras, Lay, pero sigo pensando que es mala idea.

Roja estaba bajando las escaleras media dormida, apenas arrastraba los pies mientras se restregaba los ojos, caminaba casi semi desnuda, con ese pequeño camisón que tenia y su calzón.

-Buenos días... ¿por qué nadie me despertó?... se me hace tarde para ir a pelear...

-Niña al menos vístete por el amor Dios, no tengo por que verte casi desnuda en mi casa... un ¿momento por que viene del segundo piso?

-Ya que dormí con Lay, le dije que durmiera en mi cama para que descansara en ella, además mírala esta destrozada mire como la mires.

-No molestes con eso Gran...

Amelia se pego un enorme bostezo.

-Lay me alegra que estés bien, ella se apoyo en el hombro de Lay restregándose en la cabeza, Lay se habia medio sonrojado, con lo que hacia Amelia, pero logro disimularlo rápidamente. Amelia agarro algo de pan, un poco de cerdo, se lo comió y volvio a subir.

-Creo que esa Roja tiene un enorme problema, y eso que lo digo yo. 

No pude evitar reírme del mal chiste Lay, de hecho era la puta primera vez que la oía decir uno, si no mal recuerdo.

-Discúlpenme, lo que dijo Lay fue tan malo que no pude evitar reír... ahora solo una duda Willfest ¿Cuántos escuderos puede tener un Sir, o un Lord?

-Normalmente solo uno muchacho, y tal vez algún paje, aunque a veces suelen tener dos, aunque no hay nada que te limite a tener más, pero siguen siendo un gasto, ¿por qué preguntas?

-Simple curiosidad, como yo y Roy somos tus escuderos, solo habia visto un escudero para los otros Sir.

-Tengo que irme, Gran entrégale esa cosa a Magnus, luego arréglate en la tarde iremos a ver a Lord Irish, recuerda que nos mando a llamar.

-Una cita que preferiría perderme. - dije.