Los hombros de Clayton se tensan, y él suspira. —Estarás segura mientras te mantengas dentro de la manada —dice él, su voz tensa.
Mi corazón salta un latido ante sus palabras.
—Voy a tener que salir en un viaje rápido —continúa Clayton, y mis ojos se abren de par en par.
¿Un viaje? ¿Dónde? ¿Y por qué?
Las preguntas están ardiendo en la punta de mi lengua, pero me las trago, sin querer atraer atención hacia mí. Además, no necesito saberlo.
En lugar de eso, fuerzo una pequeña sonrisa y digo:
—Espero que tengas un viaje seguro.
Clayton asiente, su expresión se suaviza al encontrarse con mi mirada. —Gracias, Ava.
Por un momento, creo que va a decir más, pero luego parece pensarlo mejor. Da un paso hacia mí, y mi ritmo cardíaco se acelera, mi cuerpo se tensa involuntariamente.
—¿Puedo tener un beso de despedida? —pregunta él, su voz baja y áspera.