—Llámame si pasa algo. Estoy a solo una llamada de distancia. Fue un placer conocerte, cuñada —dijo y soltó una carcajada al ver su cara enrojecida de timidez.
—Déjame ir a buscar una toalla para limpiarte. Has sudado mucho —Beatriz finalmente dijo cuando se quedaron solos en la habitación.
—Aww Bea— ¿estás tratando de decir que tu prometido parece una mierda en este momento? —Beatriz asintió:
— Sí, una pena, realmente era un caballero muy guapo.
Una sonrisa leve curvó sus labios, y Damien de repente deseó besarlos.
—Ah, me alegra que en algún momento mi prometida me encontrara atractivo. Espero que no me abandones. No siempre luzco así. Puedo ser... guapo, de nuevo —Beatriz soltó una risita y negó con la cabeza:
— Vuelvo enseguida.
—Nooo... por favor no me dejes solo —dijo él, mirándola fijamente.