Fil y Mariana se excusaron, lo cual al grupo no le importó. Se dirigieron a la estación del bar, sentándose en los taburetes uno frente al otro.
—Fil, ¿está todo bien? —preguntó Mariana—. Estoy un poco preocupada.
Fil inclinó la cabeza hacia un lado. —¿Preocupada? ¿Por qué?
—Tu ropa —señaló Mariana—. Nunca te pondrías algo así si algo no te empujara a hacerlo. ¿Vincente te dijo que cambiaras de estilo?
—¿Eh?
—Fil. —Mariana hizo una pausa, sujetando fuertemente la mano de Fil—. ¿O es por los artículos de hoy? ¿Estás enojada por los artículos? ¿Es por eso que llevas algo diferente?
Por un momento, Fil observó la reacción de Mariana. Desde la mirada de los ojos de Mariana hasta su tono y lenguaje corporal, era difícil detectar la agenda oculta detrás de su línea de preguntas. Fil había caído en las 'preocupaciones' de esta mujer en el pasado, pensando en cuán bellamente sincera Mariana era con su bienestar.