—No hables así, Vishous —susurró Ava mientras intentaba deslizarse de su regazo. Pero justo cuando intentaba bajarse, los dedos fuertes de Laila se cerraron alrededor de su culo regordete en un agarre castigador justo cuando sus dientes afilados mordieron duro el clítoris de Ava.
—¡Ay... mierda! —gritó Ava sorprendida y con un dolor inesperado. Pero el dolor fue reemplazado casi instantáneamente por la lengua suave de Laila cuando se zambulló para chupar el clítoris lastimado en su boca como si intentara tragárselo entero.
Ava casi cayó del regazo de Vishous de placer. Su boca se abrió en un grito silencioso y su cabeza cayó sobre su hombro, mordiendo fuerte.
—Vishous —gimoteó Ava en un tono amortiguado mientras sus dientes marcaban la piel suave de su hombro.
Rugiendo como un animal, Vishous se inclinó, agarró el pelo de Laila en un agarre fuerte y levantó su cabeza, mirando fijamente a sus ojos.