Bai Di lo miró sorprendido. —No esperaba que fueras tan meticuloso.
Shuang Yun levantó la vista hacia el lejano sol poniente. —Principalmente es porque he estado pensando mucho últimamente. Tengo la sensación de que Huanhuan no es una hembra ordinaria. Muchas cosas inusuales le ocurrirán en el futuro. Ahora podemos protegerla, pero ¿qué haremos si aparecen enemigos más poderosos en el futuro? ¿Vamos a ignorar la seguridad de Huanhuan por nuestros deseos egoístas?
En ese momento, Shuang Yun ya no era tan arrogante como antes. Se veía especialmente maduro y estable.
Simplemente era un poco torpe cuando se trataba de relaciones, pero en cuanto a maquinaciones, no era inferior a nadie.
Después de todo, él era el líder de la tribu. Si fuera estúpido, ¿cómo podría convencer a las masas?!
Shuang Yun parecía haber tomado una decisión sobre algo y apretó los puños.