—Las bestias macho del Ejército del Ave del Juramento miraron a las cuatro tribus presentes —dijo la bestia macho más fuerte—. Ya que todos están aquí, comencemos la prueba.
—¿Comenzamos aquí? —preguntó el líder de los cocodrilos, Thaine.
—Sí, las reglas de la prueba son muy simples. Pueden partir hacia la ciudad interior desde aquí. Según el ranking que obtengan, los primeros dos podrán avanzar sin problemas a la prueba final, y los últimos dos serán eliminados directamente.
En efecto, era una regla muy simple.
Pero cuanto más simple era, más peligros ocultos había.
—¿Están listos? Comenzaremos pronto.
El líder de la tribu de los lagartos, que había estado durmiendo una siesta, finalmente se despertó. Se levantó lentamente y se transformó en un joven guapo y adorable.
Su brujo estaba a punto de enloquecer. Agarró su hombro y lo sacudió fuertemente —¡Deja de dormir! Despierta. ¡La prueba está por comenzar!
El joven se frotó los ojos soñolientos —Oh…
