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He Guang había planeado originalmente separarse de la tribu de las plumas.
Las aves volarían para matar a los gusanos, mientras que las demás bestias guardarían el área debajo de los árboles y matarían a todos los gusanos que cayeran.
Xue Ling encontró este plan demasiado engorroso. —Simplemente quémalos.
Los gusanos roca blancos tenían miedo del fuego, así que prender fuego era la manera más simple y conveniente.
Todas las bestias se dispersaron en un círculo y rodearon todo el nido.
El suelo ya estaba cubierto de leña. Xue Ling se paró sobre la leña. Con un gesto casual de su mano, apareció una gran bola de fuego.
Encendió toda la leña bajo sus pies. Las llamas se encendieron al instante y se extendieron rápidamente por el tronco del árbol. El calor abrasador despertó a los gusanos roca blancos de su sueño.
Soltaron chillidos agudos y cayeron al suelo haciendo ruido.