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—Frente a la pregunta de Huanhuan, Xue Ling se agarró al tronco del árbol que tenía al lado y explicó débilmente—. Mi pierna todavía duele. Tuve que apretar los dientes y volar hacia abajo para protegerte justo ahora.
—Huanhuan bajó la cabeza y tomó dos respiraciones profundas. Luego, miró hacia arriba y sonrió cálidamente—. ¿Eso significa que te entendí mal?
—Xue Ling evitó su mirada y dijo con culpa—. Sí...
—Entonces fue un malentendido —la sonrisa de Huanhuan se volvió más tierna y dulce—. Entonces te daré un beso como compensación por haberte entendido mal. ¿Qué te parece?
—Los ojos de Xue Ling se iluminaron mientras la miraba expectante.
—Huanhuan se acercó a él, y él bajó la cabeza muy conscientemente. Justo cuando puso su cara frente a ella, ella se lanzó sobre él, lo abrazó por el cuello ¡y lo mordió fuerte!
—Estaba furiosa. Lo mordió tan fuerte que la piel de su cuello se rasgó y la sangre roja brillante se filtró.
