—¿Quién era esa mujer de ahora mismo? —preguntó Zi Qiaoqiao.
—No la conozco, nunca he oído hablar de ella. Probablemente es de algún remoto pueblo de montaña; mira qué harapienta es su ropa —respondió Sun Manrou.
—Esa cara es bastante bonita —Zi Qiaoqiao miró hacia la habitación del segundo piso utilizada para evaluar la Fuerza de Fertilidad—.
—No es tan bonita como la princesa. No, ni siquiera merece ser comparada con la princesa —dijo Sun Manrou con desdén y asco.
—Tú y tu lengua afilada, vamos —se rió en voz alta Zi Qiaoqiao—. Princesa, ¿qué elemento vas a elegir?
—Hermano Rong Wu es del Elemento de Agua, así que iré por Agua. ¿Y tú? —preguntó Sun Manrou.
—¿Yo? Por supuesto, iré por el Elemento Trueno; mi primo es un profesor de Elemento Trueno.
—Pero escuché de mi padre que tu primo se llevó a su hijo de viaje, no estoy segura de cuándo volverá —comentó Sun Manrou.
—¿Ah?
...
Cuando la sangre cayó sobre la piedra de mujer, no hubo reacción alguna.