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Chapter 5 - Un nuevo amigo

Pueblo de Acolman

Imperio de tezcoco.

"YAO"

Al amanecer, los animales de la pequena granja vecina, hizo su trabajo y comenzaron a cantar, dando señales de que ya había amanecido un día más. Por alguna razón hoy me siento cansado, pero eso no importa, ya que no puedo permitir que mi hermana entré sola al bosque.

Nos levantamos y tomamos el desayuno como de costumbre, después venia la pregunta del día.

-"Mamá ¿Que podríamos conseguir para ho..." -"un pequeño ciervo." 

Respondió repentinamente mi hermana.

-"¿Un venado? ¿Que opinas mamá?"

-"Si está bien por mi, quien ahora está cocinando es tu hermana, así que deberías preguntarle a ella por el menú del día." 

Dijo eso mi madre mirando a mi hermana, quién levanto la frente en alto, orgullosa por ahora ser considerada una verdadera cocinera de la casa.

Me quedé mudó por un momento y no supe que responder. Es decir, mi hermana se esfuerza tanto en todos los aspectos de su vida, que en solo un poco más de un año se convirtió en una experta con el arco y ahora en la cocina, pero... Siento que yo... Estoy estancado y no he logrado mucho.

Después de notar mi silencio por un largo momento, me voltearon a ver con cara de confundidas, lo que me hizo reaccionar de forma brusca.

-"Si.... Entonces traeremos a un pequeño ciervo....!!!!"

Las dos se relajaron y sonrieron después de observar mi repentina actitud.

Salí hacia afuera de la casa para preparar todo antes de salir, pero me sorprendió ver a un niño justo enfrente de la puerta, fuera de nuestra casa. Pero esté no era cualquier niño, el era uno de los niños nobles que ayer estaba frente a la casa del guerrero en el centro del pueblo, pero por más que busqué, no encontré a la niña que estaba con el cuando lo vimos. Pero más importante aún, ¿Que hace aquí? Son alrededor de las 10 de la mañana, es muy temprano como para que el esté tan alejado del centro del pueblo.

El chico se me quedó mirando fijamente, al igual que el día anterior sin decir una ola palabra, hasta que de repente dijo algo de una forma muy rara.

-"Heeee... Hola"

De verdad que me sorprendió la forma repentina de como lo hizo, pero parecía un niño inocente y amigable asi que le regresé el saludo.

-"Hola"

Respondí de la misma manera.

-"Mi nombre es Akopa y vivo en el centro del pueblo." 

Dijo con una sonrisa como si ya fueramos buenos amigos.

-"Mi nombre es Yao, y te recuerdo de ayer, había una niña más contigo cuando estabas entrenando con un macuahuitl."

Dije.

-"Si, Papá me hace entrenar cada dia, al menos por una hora o dos, y ella es mi pequeña hermana, le gusta observarme entrenar."

Dijo el niño con mucha confianza.

Entonces fue cuando comprendí, que ellos son hijos del guerrero jaguar.

-"Ayer los vi con unos pescados y pensé que ustedes los habían sacado del agua con sus lanzas."

En ese momento mi hermana se asomó al oír voces afuera, y se sorprendió igual que yo al ver al niño de ayer, pero no dijo nada, ella solo caminó y se colocó detrás de mi.

-"Si, nosotros los sacamos. Todos los días salimos a cazar algo diferente para comer."

Respondí a la pregunta del niño sin dudarlo, pues el parecía ser completamente honesto, así que no quise ser un mentiroso.

-"Hoooo ¿De verdad? es increíble ¿A donde irán hoy?"

Preguntó el chico, con los ojos brillando de la curiosidad.

En ese momento mi hermana decidió unirse a la conversación, y respondió de una manera algo brusca. Eso me sorprendió mucho, porque Jani usualmente no es así, era como si ella estuviera tratando de ahuyentar al niño.

-"Hoy vamos a salir muy, muy, muuuuuy lejos de aquí. Vamos a cazar un ciervo."

En respuesta el niño hizo todo lo contrario a lo que mi hermana estaba tratando de hacer, lo que me sorprendió todavía más.

-"¿Enserio?... ¿Puedo ir con ustedes?"

A lo que mi hermana respondió siendo todavía más fría después de escuchar eso.

-"No, nosotros siempre cazamos solos, no necesitamos ayuda de nadie."

Pero eso no detuvo al niño, ya que empezó a rogar.

-"Por favor, prometo no estorbar."

Pensé que el niño solo quería divertirse, tal vez al ser hijo de un noble, no tenía permiso para salir muy lejos, por lo que sentí un poco de lástima por el, asi que deje que se uniera.

-"Si puedes venir con nosotros, pero no hagas nada raro."

-"Lo prometo, no haré nada raro."

Respondió el, con una cara de infinita alegría, después de escuchar que lo dejaría unirse a nuestra caza de hoy.

-"Oye... Sabes que no podemos salir a cazar con extraños Yao, además no puedes tomar decisiones por tu propia cuenta, a mamá no le gustará que un niño noble salga con nosotros, eso solo nos causará problemas."

Dijo mi hermana con mucha molestia en su voz hablando en zapoteco. En cuanto al chico, solo se quedó callado mientras mi hermana y yo discutíamos en una lengua que posiblemente el no comprendía.

-"El parece ser un buen chico Jani, además prometió no hacer nada raro."

Dije muy calmado, pero mi hermana en lugar de responder solo se quedó callada.

-"Por cierto mi nombre es Yao y mi hermana es Jani."

Dije al chico llamado Akopa, mientras mi hermana aún seguía con una cara de mal humor.

Jani al ver que no podía hacerme cambiar de opinión, simplemente nos dejó allí y entro a la casa.

-"Espera un momento Akopa, voy a traer los arcos desde detrás de la casa, y después hablaré con mamá, yo sé que ella no se molestara."

-"Está bien, no voy a ir a ningún lado."

Respondió el chico, y solo se quedó quieto frente a la casa, asi que fuí a la parte de atrás como lo había dicho, donde guardamos todas las armas y saqué los dos arcos que siempre usamos, más el otro de repuesto que tenemos para emergencias, también tomé un puñado de flechas y me dirigí hacia afuera, donde estaba Akopa, pero ahora el no estaba solo, sino más bien, Jani y mamá estaban con el,

Me preguntó de que estarán hablando.

Me acerque a ellos y no podía creer lo que estaba oyendo.

El niño hijo del militar, estaba hablando la lengua nativa de mi madre, al ver el rostro de mi hermana, pude ver que ella estaba igual de sorprendida que yo con la boca abierta.

-"Mi madre es originaria de una de las tribus centrales, pero fue traída a este pueblo más o menos a mi edad. Pero tratamos de visitar a los abuelos una vez por año como minimo."

Dijo el niño dirigiéndose a mi madre, en un perfecto acento de zapoteco.

-"Me alegra saber que hay más personas aparte de nosotros y los vecinos de al lado que hablan esta lengua, estoy segura que tu mamá está orgullosa de ti, eres un buen niño y muy bien educado."

Dijo mi madre despues de que el niño riera de forma timida.

Akopa puso su mano derecha atrás de su nuca y se puso un poco rojo por el cumplido de mi madre.

-"Gracias señora, le hare saber sus amables palabras a mi madre."

El chico actuaba muy diferente enfrenté de mi madre, a diferencia de como lo hizo cuando se presentó con nosotros.

El trataba de mantener su compostura y no actuar como un niño frente a mamá, era como si de forma automática entrará en modo noble, pero obviamente le salío lo infantil por el cumplido de mi madre.

Después de eso mamá se despidió y entró a la casa, y nosotros caminamos directo al bosque.

-"Oye Akopa ¿sabes cómo usar un arco?"

Pregunté a Akopa mientras caminábamos.

-"Si un poco, en el telpochcalli aún no nos enseñan cómo usar uno, pero mi padre me enseña cómo usar todas las armas en casa, solo que no me a enseñado a usar mucho el arco, porque dice que es peligroso usarlo dentro del pueblo."

Entiendo su preocupación, una flecha en una mala dirección podría herir o incluso asesinar a una persona. 

-"Muy bien, entonces nosotros te mostraremos como hacerlo, así como nos enseñó nuestro padre."

Dije de forma alegre.

-"Si gracias."

Respondió con una sonrisa Akopa.

Nos adentramos entre todos los árboles, como por unos 30 minutos caminando lejos del pueblo, hasta llegar a una zona donde solo había pinos. Elegí este lugar que estaba lo suficientemente lejos para evitar accidentes, ya que a esta distancia del pueblo es muy difícil que una persona aparezca de la nada, y también escogí este lugar, porque justo enfrente de nosotros estaba nuestra primera víctima; un enorme pino de alrededor de 20 metros de altura, con algo más de medio metro de grosor. Por esta zona hay muchos, pero este fue el más grande que encontramos y el mejor para nuestro propósito.

Quite los arcos de mi espalda y los entregué a mi hermana y a Akopa, para este punto ellos estaban hablando como buenos amigos y toda nuestra conversación era en zapoteco.

Entregué las flechas por partes iguales a ellos dos, y camine directo hacia el pino, justo en el centro a la altura de mi cabeza, coloque una tabla plana con una marca en el centro, que había traído desde casa con la intensión de usarla para entrenar un rato, no quería lastimar al pobre árbol sin razón, así que venía preparado para eso.

Después me acerque a ellos, y note que mi hermana estaba regañando a Akopa.

-"Nunca debes poner las flechas de esa forma, o de lo contrario podrías lastimar a alguien.

Si hay personas a tu alrededor siempre hazlo apuntando hacia abajo. por si se te resbala, es mejor golpear el suelo y no el estómago de alguien."

Dijo Jani con enojo en su voz, pero debo decir que ella tenía razón, es mejor prevenir que lamentar, aunque por su alto tono de voz, también me hizo pensar que estaba siendo algo brusca con el.

-"Es verdad Akopa, solo un verdadero profesional, es el único que puede usar el arco y apuntar directamente a sus objetivos habiendo personas inocentes frente a el, pero aún así, no es recomendable hacerlo a no ser que sea necesario, aquí debemos ser muy cuidadosos."

-"Lo siento."

Respondió el con la mirada hacia abajo.

-"No te preocupes, solo ten más cuidado. 

Ahora comencemos, Akopa vas tú primero."

-"¿Yo?"

Pregunto el sorprendido.

-"Si, nosotros sabemos cómo usar un arco, pero queremos asegurarnos de que también lo sabes hacer bien."

Dije de forma alegre.

Akopa tomó una de las flechas y la coloco en el arco, exactamente como se lo había dicho Jani, y apunto al pedazo de madera que estaba colgada en el árbol. Tal vez, por causa de que nosotros estábamos observando, con muchos nervios el apunto lo mejor que pudo, pero no dió en el pedazo de madera, más bien la flecha se fue derecho perdiéndose en el bosque.

-"Oye ten cuidado Akopa, cada flecha es muy valiosa, no podemos darnos el lujo de perderlas así como así."

Mi hermana lo volvió a regañar a lo cual el agachó la mirada de nuevo.

-"Lo siento."

Dijo Akopa casi en silencio.

Ella al ver que no lo hizo a propósito, si no que más bien fue por su inexperiencia, se tranquilizó.

-"Esta bien, entiendo que te falta más práctica, te mostrare como lo hago yo."

Dijo Jani, y después se alejó unos dos pasos de nosotros.

Ella se paró con su mirada muy seria y respiro profundo, después miró de frente al pedaso de madera que estaba pegada al árbol y sin quitarle la vista de encima, sin parpadear e incluso casi sin respirar, estiró su mano derecha hacia su espalda, y agarró una de sus flechas, muy lentamente la coloco en el arco, y jalo poco a poco, hasta que el arco quedo completamente arqueado, que parecía que estaba apunto de romperse, entonces dejo ir la flecha. Hasta ese momento ella ya había hecho un muy buen trabajo, ahora solo era esperar y ver el resultado.

La flecha al salir disparada, dejo un zumbido en el aire, jalando todos los cabellos de Jani hacia adelante, además de un pequeño destello de luz verde en la punta de la flecha, casi imposible de observar por la luz de sol, por lo que pensé que Akopa no lo había notado.

Todo fue tan perfecto que parecía como si el tiempo se hubiera hecho lento.

La flecha tomó un curso recto y precisó, dando justo en la marca en el centro del pedazo de madera.

Akopa no lo podía creer, de modo que comenzó a gritar y saltar de alegría.

-"Si... eso fue grandioso, eres la mejor Jani."

-"Si Jani, diste justo en el centro, eres igual de buena que papa."

Mi hermana se sintió orgullosa de haber hecho un trabajo perfecto, asi que después de sonreír, se sonrojo por los comentarios que mencionamos.

-"Déjenme intentarlo de nuevo ¿si? porfavor."

Dijo Akopa. Después de ver el prefecto trabajo de Jani, el parecía ya tener la suficiente confianza para intentarlo de nuevo.

-"Si está bien, para eso vinimos."

Dije con una sonrisa. 

En ese momento nos relajamos tanto Jani como yo, pues apesar de que ella se contuvo, aún así se alcanzó a notar ese destello en la flecha, revelando un poco de nuestra habilidad.

Pero al parecer Akopa no lo pudo notar.

Dejamos que Akopa siguiera practicando después de ver el gran ejemplo de jani.

Y al parecer, funcionó la lección que Jani hizo, pues después de eso Akopa ya no perdió ninguna flecha, todas dieron en el pedazo de madera, aunque ninguna en el centro.

Incluso yo también trate de igualar el perfecto tiro de mi hermana, pero no pude, quedé a unos pocos centímetros sin lograr dar en el centro. Debo decir que ella es realmente increíble, siempre está puliendo y perfeccionando sus habilidades hasta el mayor grado posible.

Una vez que terminamos de practicar, fuimos a donde estaba el pedazo de madera, y removimos todas las flechas, y Akopa salió por detrás del árbol buscando la flecha perdida.

-"Dejala Akopa, será muy difícil encontrarla."

Dije para no perder tiempo, además una flecha no era realmente importante.

Sorpresivamente el se volteo con la flecha perdida en la mano y sonriendo dijo:

-"La encontré."

Este era un buen inicio, aunque no era necesario que el la encontrará, pero de alguna forma eso lo ayudo a sentirse aliviado.

-"Buen trabajo."

Dijo jani sonriendo.

Después de eso, nos adentramos más en el bosque, y comenzamos nuestra búsqueda.

Caminamos en silencio por una hora rastreando huellas de ciervos por los alrededores, por desgracia las huellas que encontramos ya tenían tiempo desde que los animales habían pasado, por lo que no pudimos encontrar ninguno en las cercanías.

Después de atravesar un pequeño río, seguimos nuestra búsqueda, y justo allí detrás de unos árboles, logramos ver lo que parecía ser una familia de 4 venados, los padres adultos, que son un macho y hembra, uno joven de estatura mediana, y el otro pequeño, que parecía de solo meses de edad. Así que ya teníamos nuestra presa en la mira, tenía que ser el más pequeño, ya que de tomar alguno de los adultos o el mediano, no podríamos cargarlo todo el camino a casa y sería un desperdicio dejarlo, pero al final quien decidió fue Jani.

-"Llevemos al mediano."

Dijo ella muy en silencio.

-"¿Que? no... es muy pesado para llevarlo, no podré con tanto peso."

Respondí muy quedito, en repuesta ella no dijo nada, pero volteo a ver a nuestro nuevo mejor amigo Akopa, por lo que me sentí mal por el.

Lo siento amigo, se que solo querías divertirte pero ahora tendrás que ayudar a cargar.

Me acerqué muy despacio, y entonces recordé el río por el cual habíamos pasado anteriormente, así que les señalé a Jani y a Akopa desde que punto rodearlos y atacarlos, muy despacio ellos me siguieron y al final les señalé que ya era momento de detenerse y preparar los arcos.

Para ese momento ellos estaban algo confundidos, sobre porque los había hecho dar una gran vuelta para atacarlos desde atrás, en lugar de atacarlos desde donde estábamos inicialmente.

Eso lo hice porque era un truco que papá alguna vez me enseñó, así que una vez que llegamos al punto estratégico, preparamos nuestros arcos con las flechas listas y apuntamos.

Akopa tensó su arco lo más que pudo, y estuvo esperando a que dieramos alguna señal, o algo que pudiera usar como referencia.

Jani y yo estábamos tan bien sincronizados, que sin decir una sola palabra, después de tensar lo más que pudimos nuestros arcos, soltamos nuestras flechas al mismo tiempo, o tal vez es por nuestra extraña conexión de gemelos. En esta ocasión Jani se contuvo más y no permitió salir el destello de luz verde en su flecha, al igual que yo.

En cuanto a Akopa, el soltó su flecha después de que habíamos golpeado al animal y este salió huyendo, por lo que su flecha ni siquiera lo toco. Eso lo hizo sentir un poco deprimido.

-"Oigan chicos, no es justo, ustedes dispararon sin avisarme."

Dijo el molesto.

-"Lo siento Akopa, olvide mencionarte eso. Una vez que estamos cazando y frente al objetivo, no podemos hacer ningún ruido o este se alertara de nuestra presencia, así que debemos actuar solo por instinto."

Dije, tratando de calmarlo.

-"Hoo ya entiendo, pero ustedes dispararon al mismo tiempo, ¿Tienen algún secreto?"

-"Eso es porque nosotros lo hacemos todos los días. No te sientas mal, la próxima vez lo vamos a hacer por turnos, hoy no se pudo porque estuvimos practicando toda la mañana."

-"Si, tienes razón Yao."

Dijo Akopa un poco más animado.

-"Oigan ustedes dos, van a seguir platicando o vamos a ir a buscar al venado."

Grito Jani apresurandonos desde muy delante, mientras esperaba por nosotros.

-"Si tienes razón Jani. 

Debemos apresurarnos Akopa."

Después de eso salimos en dirección a donde corrieron la familia de ciervos, siguiendo el rastro de sus pisadas.

Caminamos por unos 10 minutos hasta encontrar un rastro de sangre dejado por el ciervo, después de seguir el rastro por 5 minutos más, lo encontramos justo donde estaba el río que habíamos pasado anteriormente.

El pobre trató de llegar hasta el otro lado del río de un solo salto, pero al tener las flechas en sus costillas, le produjo mucho dolor, por lo que no lo logró y callo sobre una de las piedras, la cual lo golpeó directo en el estómago. Al vernos llegar y estar tan cerca de el, trato de correr, pero en lugar de eso, solo golpeaba el suelo con mucha fuerza usando todas sus patas sin poder levantarse.

A lo que Jani y yo lanzamos un par de flechas más de forma muy hábil, una de ellas dio en el pecho y la otra fue directo a la garganta del animal.

Nos mantuvimos a unos metros de distancia, pues el ciervo aún pataleaba violentamente, hasta que finalmente se cansó y dejó de moverse, después de eso pudimos acercarnos, pues ya era momento de entrar en acción, así que saque mi daga para cortar el resto de su garganta y desangrarlo justo al lado del río.

-"Ahora comprendo Yao, nos hiciste rodear a la manada, para que ellos corrieran hacia este río ¿verdad?"

Dijo Akopa con asombro en su rostro.

-"Asi es, es un truco que papá una vez me enseñó, una vez que casamos un gigantesco jabalí, el dijo: mientras más cerca del río quedé la presa, sera más fácil limpiarlo una vez que terminaramos el trabajo."

Dije con una gran sonrisa.

Gracias padre, nunca olvidaré todas tus sabias enseñanzas.

Comenzamos a quitarle la piel entre Jani y yo con mucho cuidado, para mantenerla en una sola pieza, mientras Akopa nos observaba muy sorprendido.

-"Chicos ustedes son realmente buenos en esto."

-"Ya te lo había dicho Akopa, eso es porque lo hacemos todos los días."

Dije mientras terminábamos de retirar la piel, y una vez que terminamos de limpiar todo, cortamos el animal por la mitad.

Jani tomo la piel la cual ya estaba completamente limpia, Akopa tomo la mitad inferior y mas ligera parte del animal y yo tomé la parte superior.

Caminamos como por tal vez una hora con el animal en nuestros hombros hasta llegar a casa. Y cuando finalmente llegamos, solo arrojamos todo en la mesa, para despues caer rendidos al piso.

-"Ya no puedo más, ya no puedo más."

Dijo Akopa una y otra vez, pues caminar desde el bosque hasta llegar a casa con tanto peso en nuestros hombros, fue mucho más cansado de lo esperado.

Mamá estaba sorprendida de que en esta ocasión habíamos traído un ciervo de mediana edad y no una cria como siempre.

-"Niños... ¿Como es que cazaron a un animal tan grande? Bueno no importa ahora, hicieron un buen trabajo, así que descansen y nosotras nos encargaremos del resto." 

Después de decir eso, las dos mujeres de la casa ahora estaban en lo suyo.

-"Es demasiada carne niños, ¿Puedes llevarle un poco a la señora de al lado yao? y también a la vecina que siempre nos regala cosas."

-"Si madre."

Mamá tomo una pierna del animal y la corto en dos partes, Akopa quiso acompañarme así tomo una parte y la otra la lleve yo.

Fuimos primero con la vecina y mejor amiga de mi madre.

-"Hola señora Guié (flor en zapoteco) ¿Como está?"

Como siempre le hable en zapoteco y ella me sonrío de forma muy amable.

-"¿Hola Yao cómo estás hijo, y como está tu hermana?"

-"Estamos muy bien gracias, le traigo un obsequio de mama, Jani y nosotros dos."

Ella se quedó mirando hacia Akopa y le llamó la atención al verlo conmigo.

-"Vaya trajiste a un nuevo amigo, es bueno saber que ya no están solitos tu y tu hermanita. Parece ser un buen niño, ¿Es un noble? sus ropa parecen costosas."

Dijo la vecina.

Estaba pensando en darle una respuesta, pero Akopa respondió a lo que había preguntado la señora Guié, antes de que yo pudiera hacerlo.

-"No señora no soy un noble, vivo en el centro del pueblo, mi papá es el general ako. Mi nombre es Akopa y es un placer conocerla."

La señora se quedo pasmada, pues no podía creer que este niño le estaba hablando en perfecto zapoteco.

-"Ho vaya eres muy educado, y tu zapoteco es muy bueno, mucho gusto también en conocerte Akopa, mi nombre es Guié."

Respondió la señora con un poco de pena en su rostro.

-"Bueno nos tenemos que ir, pero fue un gusto verla y saber que está saludable."

Dije como despedida.

-"El gusto es mio, gracias niños y vayan con cuidado."

Después de eso nos marchamos con dirección a la otra vecina.

Llegamos y tocamos la puerta, después salió la señora con la cual tuvimos una conversación muy breve en náhuatl, ella nos agradeció y después entró a su casa.

pero en esta ocasión nos regaló dos enormes calabazas para llevar a casa.

Cuando regresamos, la comida casi estaba lista, así que para no esperar sentado, traje un piedra de afilar y saqué filo a las flechas una por una, ya que al estar usándolas hoy, muchas se dañaron.

Akopa al ver que todos estaban ocupados, decidió ayudarme, así que traje una piedra más para el.

Cuando mamá y Jani colocaron toda la comida en la mesa. Nuestros ojos se abrieron de la sorpresa, pues el día de hoy, era un gran festín.

Ellas habían hecho una de las piernas del venado estilo barbacoa al vapor con especias y un poco más en guisado con vegetales,

Solo de ver cómo se veía todo, se nos hacía agua la boca a Akopa y a mi, así que comimos hasta quedar satisfechos.

La tarde parecía acercarse, así que me preocupe un poco por nuestro nuevo amigo.

-"Oye Akopa, ¿Tus papás saben que estás aquí?"

-"Si, avisé a mamá antes de salir que llegaría tarde."

-"Ya veo, ¿quieres que te acompañe a casa?"

-"Si claro y gracias."

-"Yo también los acompaño."

Dijo jani.

-"Akopa, lleva un poco de carne de venado para tu familia también."

Dijo mamá y después cortó la última pierna y la volvió a cortar por la mitad, uso hojas frescas de hierba santa para envolverlas y nos las las dio, una para Akopa y el otro pedaso a mi, para que no se cansara por el camino a casa.

-"Gracias señora, le diré a mamá que esto va de su parte."

-"No tienes que agradecerme hijo, ustedes fueron quienes trajeron al venado."

Después de una pequeña plática que tuvieron mamá y akopa, lo acompañamos hasta su casa.

La casa de la familia de el no estaba realmente lejos, tal vez a 20 minutos a pie, pero primero teníamos que pasar por la plaza a ver baratijas por supuesto.

Al parecer Akopa también tenía esa costumbre, ya que nos quedamos embobados, viendo los chimalli y los macuahuitl en el puesto de armería.

Después pasamos por varios negocios más, hasta llegar al puesto de joyería, donde tanto Akopa como Jani observaron cada una de las brillantes piezas.

Akopa al ver que Jani tenía miedo de acercarse, la animó.

-"Vamos Jani ¿Cual te gusta?"

Dijo sin pena Akopa.

-"¿Que...? No, no puedo, es muy caro. El anciano se molestará si nos acercamos mucho."

Respondió Jani con temor en su voz.

-"El anciano no se va a molestar, acércate para que puedas ver mejor, vamos no seas miedosa."

Dijo Akopa.

Al pochtecas dueño del negocio no le gusto la idea, y puso una cara de enojado, pero al ver el costoso traje de akopa se quedó callado y solo se dedicó a observar.

-"Ese colgante de allí me gusta mucho."

Dijo Jani con voz tímida y todavía sin querer acercarse, a lo que Akopa caminó y se puso detrás de ella para empujarla por la espalda hasta quedar frente al puesto del anciano. Ella se quiso resistir, pero el casi la obligó a quedarse parada frente al lugar.

-"Disculpe buen hombre, ¿Me podría mostrar ese colgante?"

Dijo akopa con mucha confianza al pochteca.

-"¿Cual joven?"

Respondió el anciano con una sonrisa fingida.

-"El colibrí con ojos de jade."

Dijo Akopa, y lo señaló con una de sus manos.

-"Hoooo ese... Muy bien-muy bien, su joven novia tiene un muy buen ojo.

Esa pieza en específica fue hecha por manos artesanales de cholula, es una pieza muy bonita, así que si se la lleva ahora mismo le daré un muy buen descuento, hehehe."

El hombre sonreía de una manera muy extraña, mientras sacaba el collar con el colgante y lo depositaba en las manos de Jani.

Ella no pudo resistirse y lo acercó a su mejilla como acariciando el colibrí de oro.

-"Que dice joven amo, ¿Se va a llevar el colgante? no quiere que su joven novia piense que tiene un novio tacaño ¿Verdad? hehehe, vamos anímese."

Después de que el anciano terminó de hablar, Jani regresó el colgante, aunque se veía un poco triste, se que en el fondo estaba satisfecha, pues para nosotros solo con tocar algo tan caro como eso, ya era más que suficiente, así que ella levantó la voz en lugar de Akopa, quien no quería interrumpir a Jani.

-"Muchas gracias señor por su amabilidad, lo tendremos en mente, tal vez regresemos a comprarlo otro día."

Después de decir eso, ella tomó la mano de Akopa y después la mía para caminar sin detenerse mientras el anciano gritaba.

-"Esperen les dare un mejor descu..."

Después de eso solo lo ignoramos, y seguimos caminando hacia los demás puestos de alrededor.

Cuando parecía que ya se comenzaba a poner el sol, todos los vendedores comenzaron a levantar sus negocio, así que nosotros salimos de la plaza.

Caminamos un poco mas, hasta llegar al centro de la Ciudad, que es donde estaba la casa de Akopa. Le entregué el paquete que llevaba en mis manos, y el se paró frente a su casa para despedirse antes de entrar.

-"Muchas gracias chicos, me divertí mucho hoy, ¿Creen que podamos salir mañana también?"

-"Claro, ven a casa temprano, o nos iremos sin ti."

Respondió Jani con una enorme sonrisa.

Después de permitirle tocar ese colgante con forma de colibrí, ella estaba de muy buen humor.

-"Claro akopa, nos vemos mañana."

Dije de forma alegre. Después de escuchar eso, el sacudió una de sus manos como última despedida y entró a su casa, en cuanto a nosotros, regresamos caminando muy calmados. 

Mi hermana me abrazo por detrás, y se colgó sobre mi espalda sujetando mi cuello muy fuerte para que la cargará, así que tomé sus pies con mis manos y la lleve por un rato.

-"Me cayó bien Akopa, pensé que era un mal niño, por que vivía en esta zona de grandes casas, pero resultó ser un buen chico."

Dijo ella mientras ponía todo su peso sobre mi espalda.

-"Si, a mí también me cayó bien. Por cierto, él dijo algo raro cuando fuimos a ver a la vecina."

-"¿Que fue lo que dijo?"

Pregunto Jani muy cerca a mi oido, con lo que casi sentí que me estaba gritando.

-"El dijo que no era un noble. No quise preguntar a que se refería. En ese momento pensé que tal vez el estaba mintiendo, o tal vez lo dijo para no llamar la atención."

Dije.

-"¿El dijo que no era un noble?"

Preguntó Jani, y después se quedó callada.

-"No se, pero creo que sí el no lo quiere hablar, entonces deberíamos dejarlo de esa forma, tal vez más adelante el decida hablarlo por su cuenta."

Dije mientras seguía caminando y levantaba la mirada hacia el cielo.

-"Tienes razón, sea cual sea su situación es cosa de él y de su familia."

Dijo Jani mientras ponía su cabeza descansando en uno de mis hombros. Y de esa forma con mi hermana en mi espalda, seguimos en direccion a casa, mientras apreciaba el cielo de un hermoso color rojo encendido gracias al atardecer.