Raira supo tan pronto comenzó a soplar el viento que esa tormenta no era normal, mas no se esperaba que su casa casi saliera volando por esta, aun menos ver al Nahual traer aun herido. Sabía que después de esa noche, tendría que contarle a Kym todo, sería complicado ocultarle todo después de esa noche.
Uso unas tiras especiales para cerrar las heridas en vez de costuras, solo necesitaba cerrar las heridas con algo externo de manera temporal, las heridas estaban limpias ahora, pero aún eran muy profundas, pero no era una situación en la que pudieran llamar a una ambulancia. Esas heridas, no podrían ser curadas de forma normal.
Kym entro y le ayudo recogiendo las gasas sucias y llevándose la basura dejándole agua caliente y toallas limpias, y tomando una y mojándola pronto termino de limpiar la sangre y limpiándose sus manos también para luego concentrarse colocando sus manos sobre la toalla que cubría las heridas concentrando su energía, un Chaman, podía curar, era generalmente los trabajos a los que le llamaban más, la curación era una de las habilidades más fuertes que ellos solían tener, cuando eran enfermedades "comunes" eran muy simples, generalmente solo un té especial ayudaba, hubo casos de otros chamanes que podían extirpar tumores y cánceres, pero algo así llevaba costos altos para el Chaman.
Raira aspiro profundamente y saco lentamente el aire, este saliendo como una nube de vaho blanco, sus manos comenzando a brillar casi iluminándose, sus ojos lentamente perdiendo color tiñéndose de blanco. Bajo sus manos las heridas comenzaron lentamente a cerrarse, y la toalla sobre esta a teñirse de rojo y de negro, su poder purgando el veneno en estas. Aun no estaba muy seguro quien era ese hombre herido.
Pero si el Nahual le trajo, debía ser alguien importante. Una vez la herida fue cerrada, Raira jadeo quedamente regresando a la normalidad, tomo la toalla con cuidado y se levantó con esta alejada de él y salió de la casa a pesar de la lluvia, y con todo y el agua la toalla se prendió fuego en sus manos, no lastimándole, una llama negra que consumió toda la tela y solo se extinguió cuando consumió todo.
Raira se quedó otro poco fuera dejando que el agua le lavara del rastro de la sangre y además checando la barrera del lugar, antes de volver cerrando la puerta, sonriendo suavemente a Kym y al Nahual en su forma humana.
-Está a salvo, por ahora, Kym trae una almohada del cuarto de visita y una cobija, mejor no moverlo aún, pero hay que ponerlo cómodo, iré a bañarme y cambiarme de ropa -le dijo -Ah y el chico se llama Yoali, muéstrale una habitación donde se pueda quedar -le pidió al menor quien asintió, y miro al menor y le indico que le siguiera, el moreno parpadeo adormilado. Raira imagino que era por el té relajante, ayudo a Kym a guiar al menor arriba, y pronto tenia al pequeño en una cama profundamente dormido, realmente luego se sorprendían los Nahuales, estos en si no tenían edad definitiva, podían lucir jóvenes, pero ser ancestrales, o lucir como ancianos y tener solo cinco años, dependía realmente de sus deseos, pero Yoali, desde que lo conoció la noche de su cumpleaños número siete, siempre lucia de 14 años, además de portarse como alguien de 14 años, sin importar su verdadera edad. Y normalmente se dejaba tratar como un niño cuando le convenía, debía estar realmente cansado al dejarse llevar y arropar sin queja alguna.
Incluso sospechaba Raira, estaba sumamente asustado. Considerando que trajo al herido, sospechaba que el herido era otro Nahual, o el portador del linaje de Tezcatlipoca. Si era así, el enemigo realmente era o poderoso, o tenía muy tonto, o una combinación de ambos. Los de este linaje especial, no solían ser conscientes de su poder, y se mantenían "dormidos" en su portador, pero siempre tenían uno o dos Nahuales rondando para protegerlos, solo en situaciones especiales sus poderes y memorias solían activarse.
-ve a dormir Kym, al menos inténtalo -le recomendó al menor el cual no se vio muy convencido pero acepto una vez vio al mayor salir de nuevo de su cuarto ahora bañado y con ropa nueva algo más abrigadora, entre sus brazos algo de ropa grande y amplia para el herido abajo.
La tormenta seguía con fuerza afuera, y está definitivamente no era natural, mientras llevaba a la sala y se sentaba en el suelo junto al dormido herido, imagino que era su linaje despertando.
La "Graduación" de un Chaman, siempre era dramático. Algo como la caída de un rayo sobre la persona, una tormenta que podría destruir una ciudad, una explosión de energía que podría causar un apagón. Dependía del linaje, del nivel de poder.
No siempre resultaba bien, luego el cuerpo de esa persona era muy débil y no sobrevivía, otras veces los afectados eran esos a su alrededor. Como en caso de Raira, nadie espero que su "Graduación" fuera el momento en que tomo su primera bocanada de aire, las luces de la casa se apagaron cuando un rayo cayó sobre la casa, su padre y madre instintivamente lo colocaron entre ellos cubriéndole y protegiéndole de la casa cayéndose sobre ellos. Su abuelo los llamo tontos, nadie puede interferir en el destino de un chamán, por eso murieron. Raira duro mucho tiempo sintiendo culpa por eso que sucedió, era difícil no sentirse así cuando tu abuelo no dejaba de mencionar lo sucedido mientras creías.
En ese momento Raira se mantenía atento a la tormenta, esperando que esta no le tirara encima la casa, pero feliz de que la sala no tenía ningún cuarto sobre este, si caía un rayo esta no lastimaría a los menores arriba. No durmió toda la noche.
La tormenta siguió y siguió, hasta que finalmente casi al amanecer comenzó a calmarse, Raira suspiro aliviando y miro al dormido hombre quien parecía dormir pacíficamente, no parecía mucho mayor que Raira, tal vez incluso eran de la misma edad, piel algo pálida por la pérdida de sangre, y clara herencia Aria en su sangre, ya que su piel era claramente blanca, cabellos negros cortos sin barba ni bigote, algo le decía que ni siquiera podía dejarse crecer eso sin verse ridículo.
Con un suspiro cansado le reacomodo un poco con la almohada bajo su cabeza y le arropo mejor una vez le quito del todo las ropas y coloco las toallas secas debajo de su cuarto, no había forma de que pudiera cargarlo a uno de los cuartos, este fácilmente le secaba al menos 15 cm de altura tal vez más, y era claramente más ancho y pesado que él. Tal vez con ayuda de Kym mas adelante y cuando estuviera al menos semiconsciente. El tipo era un tanque humano, músculos marcados en sitios que ni siquiera sabía antes que era posible tener en esos sitios.
Raira chasqueo su lengua con envidia cubriéndole hasta el cuello con la cobija de tigre que encontró en su closet. Aunque luego con preocupación, aun no sabiendo que lo lastimo, pero esperaba que esa cosa estuviera ya derrotada, no tenía muchas ganas de encontrarse con algo así. No sin apoyo extra al menos.
Se acomodó en el sillón largo abrigándose con su chal tejido y apoyo su cabeza en la almohada del sillón, estaba demasiado cansado como para ir a su cuarto, y mejor que alguien se quedara en el sitio en caso de que despertara. No tardo en caer dormido agotado.
Cuando finalmente se durmió profundamente, los ojos del herido se abrieron, estos eran de un tono casi dorado, una luz pareció pasar por ellos por un momento antes de volverse de un castaño claro, y miraron confuso el sitio desde su posición en el piso sin moverse aún demasiado, su mente era un caos, con pedazos de imágenes extrañas, no se movió de su lugar aun mirando perdido al techo viendo la luz lentamente iluminar el sitio, antes de volver a cerrar los ojos, su cerebro intentando procesar todas las nuevas memorias en su cerebro.
"¿Cuál se supone que era su nombre?" fue el último pensamiento que paso por su mente antes de sumergirse de nuevo en un sueño profundo.