Kym levanto levemente su mirada de su plato de fruta y yogurt, sentados al otro lado de la mesa estaba el gigante que lucía un poco ridículo sentado en la pequeña silla de madera y la mesa del comedor casi parecía como una mesa para niños, ya que le llevaba a su vientre, tenía que curvear su espalda para poder comer sin temer a tirar todo en el camino, vestía solo unos shorts deportivos y una bata que le venía un poco ajustada, pero ninguno tenía ropa de su talla en esa casa.
A su lado viéndose aún más pequeño en comparación estaba el niño de catorce años que miraba con su nariz arrugada la fruta en su plato no parecía muy listo para comer esa opción tan saludable frente a él, estaba con un short y una camiseta de Kym que le venían algo grandes, pero no tanto, era un chico alto para su edad.
Kym miro hacia la estufa donde Raira dándoles la espalda se encontraba preparando un gran platón de huevos y otras cosas para que pudieran todos desayunar, deteniéndose de pronto para tomar el plato de fruta que tenía a un lado y comer un poco de este antes de seguir su trabajo.
Era una situación extraña, nadie estaba diciendo nada, y solo se acomodaron en la mesa para comer apenas murmurando un, buenos días, como si nada anormal hubiera pasado durante la noche. Kym se removió incomodo en su asiento termino su plato de fruta yendo a lavar el plato y ayudo al mayor a llevar el resto de la comida a la mesa y otros platos y cubiertos para servirse.
Finalmente, en ese incomodo desayuno, terminaron de comer y Raira tomo un poco de su taza de café y miro a los otros dos invitados.
-Bueno, ahora que todos estamos alimentados, sería mejor presentarnos de manera más apropiada. Me llamo Rai Reaiah Akbal, llámenme Raira -dijo con toda calma. El gigante elevo la mirada de la mesa posándola en este por un momento y Kym no pudo evitar notar sus ojos que parecía de oro, nunca vio antes ojos de ese tono.
- Makur Poctli, creo -murmuro sonando algo confuso -siento que tenía otro nombre -dijo luego para sí volviendo la mirada de nuevo a la mesa luciendo perdido.
-Es normal la confusión, una vez termines de digerir la información que heredaste tus memorias originales volverán -le dijo Raira con tono tranquilizador y le sirvió también a este una taza de té, Makur frunció el ceño mirando a Raira como si quisiera sacarle más información. Pero este elevo su mano deteniéndolo -Te explicare todo lo que pueda más adelante, aún estamos presentándonos -le recordó.
El menor del grupo dio un sonido parecido aun gruñido y se cruzó de brazos apoyándose en el respaldo de la silla con un puchero en sus labios.
-Me llamo Yoali -dijo con tono cortante no y se negó a decir más. Kym noto la mirada del gigante en él y dio un respingo.
-Oh, me llamo Kymani Issasi -dijo como niño que se presenta en la escuela -Ah, solo llámame Kym, así me conocen todos -sonrió nervioso al mayor.
Raira recogió los platos ya vacíos llevándolos a lavar.
-Bueno, quitando las presentaciones de medio, Soy un Chaman, Makur, tú también, acabas de tener tu "graduación", es algo que ocurre, a veces el linaje se mantiene entre una sola familia, puede que en tu árbol genealógico tengas algún chaman, pero también puede ser simplemente que tú tienes lo necesario para heredar el linaje, que en sí son las memorias colectivas de todos los chamanes de esa misma línea -comenzó a explicar sin volverse a verles.
Kym noto como Makur observaba atento al Raira.
-Yoali, es un Nahual -continuo, y Kym parpadeo confuso por un momento antes de mirar al menor sorprendido.
- ¡Ah! ¡Eres el perro! -exclamo entendiendo entonces porque es que el chico se sentía familiar. Yoali resoplo levemente aun con sus brazos cruzados.
-Mi forma Nahual es un perro negro, y si, el de la otra vez era yo -murmuro con una mueca.
-Los Nahuales son todo un clan, tienen vidas largas normalmente, a no ser que utilicen todo su poder espiritual, pueden nacer siendo Nahuales, o pueden ser elegidos por un animal espiritual con una misión en específico. Yoali es uno de los que nacieron siendo Nahual, y su misión es rondar su territorio para detectar presencias malignas que puedan romper el equilibrio de los sellos -conto Raira volviendo a la mesa sirviéndole un vaso de leche a Yoali y uno de jugo a Kym quien agradeció el gesto.
Raira se sentó de nuevo y luego hizo un gesto hacia Kym.
-Él es un Medium y está aprendiendo sobre los conocimientos de los chamanes, si sigue logrando aplicar lo que aprende puede que llegue un punto en que también pase por su "graduación", o simplemente se quede como un Medium de alto rango -comento, y Kym le miro sorprendido ante eso.
- ¿He? -soltó ya que no se esperaba algo así - ¿Medium de alto rango? -pregunto confuso. Raira le sonrió tranquilizadoramente.
-Eso significa que no solo tienes el poder, pero también el conocimiento que la gente "normal" no tiene, los Médiums de bajo rango, solo pueden percibir que algo pasara, pero no más allá de eso, y suelen tener vidas normales, los de medio rango, son los que activamente saben que algo pasa y puede incluso que se dediquen a estudiar o promoverse, como los que los cazadores de lo paranormal suelen contratar. Los de Alto rango, sin embargo, son los que trabajan con los Chamanes, brujos y Nahuales, entre otros, tienen entrada abierta, saben de la situación y normalmente van volviéndose más y más poderosos, suelen ser incluso iniciadores de nuevos linajes, pasando sus conocimientos a sus hijos por generaciones -le explico Raira con calma.
Kym miro su vaso de jugo en su mano sintiéndose abrumado, pero también feliz.
-Sí, bueno todo eso está bien, pero que vamos a hacer con el Wendigo suelto en el metro -corto la tranquilidad Yoali de la mañana. Raira levanto la mirada posándola en el menor su aura casi parecía congelar el ambiente.
- ¿Wendigo? Dices que hay un Wendigo ¿aquí? -dijo serio, el menor asintió rápidamente y señalo a Makur quien observo a los dos atento.
-esa cosa casi lo mata anoche, solo logre alejarlo y deje a otros vigilando donde se escondió, pero no creo dure mucho tiempo escondido antes de que busque comida -le dijo este claramente exasperado por lo lento que estaban reaccionando todos.
Kym frunció el ceño ya que el termino le era familiar.
- ¿Wendigo? ¿La criatura come humanos que puede llegar a ser de 3 metros y se mueve tan rápido que no alcanzaras a gritar si te atrapa? -dijo su voz quebrándose al final - ¿Qué rayos hace uno de esos en el metro? ¿No se supone que solo viven en zonas montañosas y apartadas de la civilización, además de en otros países? -mascullo casi gritando en voz baja.
Raira elevo sus cejas sorprendido, no esperaba que el menor supiera algo sobre esas criaturas.
-Alguien lo crio, sabe demasiado bien navegar en el metro, esa criatura fue creada en ese sitio -se escuchó la voz profunda que pareció hacer vibrar el pecho de Kym sacándole de su pánico, y miro a Makur quien lucía serio, sus ojos dorados fijos en el -No es tan grande aun, pero cuando me ataco, era algo planeado, sabe cazar sin ser descubierto, eso no es normal, alguien le está ayudando a mantenerse oculto, y seguramente es quien lo creo -murmuro y se levantó aunque luego lucio perdido al darse cuenta que solo llevaba una bata.
Raira suspiro y se levantó también.
-Tendremos que prepararnos, para empezar, necesitas ropa, Yoali también necesitas ropa adecuada, además de necesitaremos algunas cosas más -suspiro y puso una mano en el hombro de Kym haciéndole sentir algo más tranquilo -todo estará bien, iremos juntos y esta vez le sorprenderemos nosotros- declaro con firmeza.
Kym se sintió un poco intranquilo pero acepto eso, no esperaba encontrarse con una criatura de la que solo vio en videojuegos y libros de leyenda. Esperaba que no fuera tan terrible como lo ponen en los medios de entretenimiento.