—Penny, puedo escucharte perfectamente sin que grites a pleno pulmón —dijo el Señor Ashford con el ceño fruncido. Con los dedos, se pellizcó el espacio entre las cejas y dijo:
— Así que por favor deja de gritar, estás causando disturbios para todos.
Kaylyn, quien estaba parada detrás de su esposo, observaba en silencio a su hija que parecía agitada y enojada. Cuanto más miraba a Penélope, menos se veía a sí misma en ella.
—Si puedes oírme, entonces ¿por qué no haces nada, Papá? —Penélope exigió. Sus dientes estaban tan apretados que tuvo que separarlos a la fuerza—. Necesitas pedirle una explicación a la Tía Inez. ¿A qué se refiere Nico con esto? ¿Está tratando de empezar una pelea con la familia Ashford ahora?
Esta mañana, antes de que pudiera siquiera detener a Keon, su hermano mayor la envió al aeropuerto y le pidió que regresara con su asistente.
