Mia se sienta tranquilamente en el porche trasero, sintiendo la cálida brisa soplar sobre su rostro mientras se pierde en sus pensamientos. Ha tenido mucho tiempo para pensar durante las últimas semanas, sin mencionar muchas cosas en las que pensar.
Mientras mira hacia el patio trasero, ve una hormiga que intenta trepar por una flor. Cada vez que se acerca a los pétalos, ve que la hormiga se suelta y cae de nuevo sobre la hierba. Sin embargo, por alguna razón, no deja de intentar llegar a la cima de la flor.
Ella sonríe cuando comienza su ascenso por el tallo y no puede evitar preguntarse qué espera ganar esa hormiga con esta acción. Quizás lo único que quiere es comer, pero Mia decide creer que quiere ver el mundo desde un poco más arriba. La vista debe ser increíble para que valga la pena todo ese esfuerzo, ¿verdad?