"¿Edmond?" Nico sonaba un poco sorprendido. Entonces, pareció darse cuenta de lo que estaba pasando. "Oh, no es nada. Sólo te estoy diciendo que voy a salir en una cita con mi novio. Podéis hacer lo que queráis. Hay desayuno en la nevera. Pueden comerlo si tienen hambre. Ahora me voy".
Después de decir eso, no pareció querer una respuesta. Oí el sonido de sus pasos alejándose cada vez más.
Edmond no le respondió. En cambio, se inclinó cerca de mi oído y me preguntó con una sonrisa: "¿Crees que te ha oído?".
Por fin no pude aguantar más. Abrí la boca y mordí su hombro, sin contenerme en absoluto. Le oí gemir de dolor y mi corazón se ablandó por un momento. No supe qué me pasó mientras lamía la marca del mordisco.
"Eres realmente un pequeño demonio atractivo, ¿verdad?". Sentí que su cuerpo se tensaba por un momento. Entonces, de repente sacó los dedos de mi cuerpo. Antes de que pudiera reaccionar, levantó su c*ck y lo empujó dentro de mí.
