*Val*
Estelle pasaba mucho tiempo con Lucky y yo se lo agradecía. A medida que avanzaba su embarazo, me resultaba más difícil comprender lo que estaba experimentando. Hice todo lo que pude para cuidarla y asegurarme de que no tuviera que mover un dedo si no quería, pero no podía hacer más. Tener a otra mujer con la que hablar de su experiencia me ayudó.
Estelle estaba fascinada con todo el proceso. Sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que Gabe también tuviera un pequeño en camino. Por fin la manada era lo bastante estable como para sentirnos seguros para formar una familia.
Mi ansiedad por el embarazo me estaba volviendo un poco loca. Hice todo lo posible por ocultárselo a Lucky. No quería que tuviera que soportar más estrés. Lo mejor que podía hacer para calmar mis temores era prepararme para la llegada de nuestro cachorro. Aún faltaban muchos meses, pero nunca era demasiado pronto para prepararse.