*Eva*
Los rayos del sol de la mañana atraviesan la ventana y me dan en la cara. Me sentí bien.
Entonces me di cuenta. No tenía una ventana que diera al amanecer.
Me senté bruscamente en lo que creía que era mi cama, pero cuando miré las bonitas sábanas de seda, me di cuenta de que no eran mis sábanas.
Parpadeé para quitarme el sueño de los ojos y miré a mi alrededor.
Lo primero que noté fue que no era la habitación bellamente decorada con suelos de madera, paredes pintadas de color crema y decoración de estilo victoriano. Era el dolor que sentía en el cuerpo, concretamente en la región inferior y en el cuello. Tenía los músculos tensos y la cabeza un poco confusa. Era como si tuviera un recuerdo, pero borroso. No sabía si era real o sólo restos de un sueño muy vívido.
Zander estaba allí, pero lo más importante es que estaba conmigo en esta misma cama. Hubo caricias y besos e incluso un poco más.
Sacudí la cabeza intentando despejarla pero todo me parecía fuera de lugar.