Tenía la sensación de que las cosas iban a complicarse rápidamente y necesitaba saber más antes de que me mataran.
Me miro en el espejo, con una mueca de dolor por las ojeras cada vez más oscuras. Desde que oí hablar del Culto de Ares, mi mente se nubló. Jugué bien mis cartas y no le parecí sospechoso a Misty, al menos que yo supiera. Habíamos follado unas cuantas veces en los últimos días, y ella siempre me trató con respeto. No podría decir si todo era una actuación, o si ella simplemente no sabía lo de la secta.
¿Quién lo iba a decir? Yo tampoco tenía ni idea de lo que había en esa caja. ¿Quizás un cráneo humano? Las sectas hacían cosas así, y si ésta era una secta de vampiros agresiva con los humanos, podría ser el caso. Nicholas salía mucho con ella, así que sospeché que tenía algún papel en el culto. Se me encogió el corazón ante esa idea. En realidad era bastante cariñoso. Dedicó mucho tiempo a los cuidados posteriores y a asegurarse de que yo estuviera bien.