Una vez que Christopher salió de la cocina, Waverly subió las escaleras hasta su dormitorio. Cerró la puerta tras de sí y se recostó contra ella, absorbiendo sus encuentros con Christopher y Sawyer esa noche. Dos interacciones completamente diferentes en el lapso de unos minutos y sus emociones estaban a flor de piel.
Dio un último suspiro y se paró, dirigiéndose a su armario para cambiarse. Luego tiró su cuaderno de dibujo sobre la colcha y se sentó. Su mano agarró el lápiz y al instante comenzó a dibujar; no el ojo, sino algo diferente a lo habitual. Esa imagen era la del hombre en la sombra. No tenía rostro y ella lo coloreó de un gris muy claro. A su lado, había otra figura tan negra como el hollín. Difuminó las líneas de lápiz y el sombreado, para que pareciera que había un poco de niebla a su alrededor, perfilando la forma del ser. Sus brazos se extendían hacia el hombre en la sombra, que no tenía ni idea de lo que se avecinaba.