—¿Es mi padre un señor de la mafia famoso por su bondad? —Bella casi se atragantó.
—¡Dios Santo! ¿Por qué piensa que su padre es un señor de la mafia? —Ella tomó silenciosamente una respiración profunda antes de responder—. No, hijo. Es un hombre de negocios. Está bien, joven... eso es todo por hoy —dijo y apagó la luz.
—¡No intentes abrir tu iPad! —Fijó su mirada una última vez en la cama.
—Hmm... de acuerdo. Buenas noches, Mami. Te quiero, Mamá —dijo el chico.
—Te quiero más, cariño. Duerme bien... —Ella cerró la puerta.
Bella se quedó frente a la habitación de Dax por un momento. Colocó sus manos en su pecho y tomó una respiración profunda. Después de hablar con su hijo acerca de su padre, se sintió aliviada.
Antes, Bella no sabía por qué se sentía tan molesta cuando oyó la palabra "engaño" salir de los pequeños labios de su hijo.
¡Solo esta vez se dio cuenta de que tal vez era porque esas palabras desencadenaron algo que había enterrado en lo profundo de su corazón!