Bella continuó leyendo todos los datos que Jack envió. Pero poco después, escuchó la voz de Noora desde afuera.
—Adelante —dijo Bella mirando hacia la puerta. Se sobresaltó al ver el rostro de Noora pálido como una hoja de papel. Preocupada de que algo terrible hubiera sucedido, dejó rápidamente su iPad y se apresuró a ponerse a su lado.
—Tía, ¿por qué pareces que has visto un fantasma? —preguntó.
—S-Señorita... Alguien la busca —la voz de Noora temblaba mientras sostenía la mano de Bella.
—¿Alguien me busca? —Bella estaba confundida.
¿Cómo podía alguien saber que estaba en esta casa? No obstante, un momento después, algo cruzó su mente — solo una persona podía poner a Noora tan nerviosa así. Era Tristan Sinclair.
«¿Cómo pudo Tristan saber que estamos aquí?» se preguntaba.
—Sí, joven señorita. El señor Sinclair, él está en la sala de estar... —El corazón de Bella se hundió al escuchar eso. Lo que había adivinado era correcto.