El diablillo de hielo es un monstruo sumamente inteligente, además no solo es sensible al mana sino que también es capaz de utilizar magia y todo el mundo en el Reino de Sgrowl conocían estos detalles, pero no es como que fuera raro encontrar monstruos con estas cualidades, entonces ¿Qué los vuelve tan peligrosos?
Los diablillos de hielo pertenecen a una raza de monstruos conocida como "Diablillos", se les dice de hielo porque aquí en el norte su color es un celeste cristalino como el hielo, además de que su magia es principalmente de hielo, sin embargo, como raza su verdadero talento es la magia de ilusión y lo que los vuelve tan peligrosos es como cada individuo la utiliza de distintas formas, por lo que no se tiene un plan o una idea exacta de como cazarlos con seguridad, además de que la magia que lanzan no es ninguna broma.
Contrario a lo que se esperaría de un monstruo de tal nivel su aparición es, de hecho, un suceso común, ya que todos ellos comparten un comportamiento bromista y curioso, por eso suelen ser reportados al menos una vez cada dos meses. Es en esos casos donde se ponen una solicitud para exterminarlos, sin embargo, si bien no es una petición fácilmente aceptada, no es una urgente que deba ser cumplida de inmediato, ya que por su mismo comportamiento suelen irse y desaparecer una vez que hayan acabado con la travesura o la meta que se proponían. Claro que siempre existen excepciones como verlos cerca de alguna gran ciudad o poblados porque en aquellos casos pueden llegar a interesarse por el interior y llegar a causar enormes tragedias.
Cuando Leo descubrió que se trataba de un Diablillo de Hielo no pudo evitar enojarse hasta el límite, ya que los recuerdos de su pasado que quería olvidar tenían que ver con una tragedia donde esta raza estuvo involucrada. Además, creyó que solo fue una broma de su parte el ocultar a los Goblins que atacaban a Jean y Abel, ya que cuando este escapó fue relativamente fácil y no se mostro en ningún momento, pero ahora había caído en cuenta que fue muy complaciente consigo mismo.
La situación no era especialmente grave ya que él sería capaz de enfrentarse a uno de ellos por su cuenta, sin embargo habían muchas variables que no podía controlar, entre ellas las presencias de los recolectores y el estado de Jean o como... la fuerza y forma de utilizar la magia de este espécimen en particular. Por eso, como responsable era su deber asegurar que todos ellos volvieran vivos, pero protegerlos y lidiar con el Diablillo era algo que no estaría dispuesto a asegurarlo.
El primer ataque fue dirigido a él y, aunque no era necesariamente cierto, creyó que podría ser él quien haya despertado la curiosidad del Diablillo y si ese fuera el caso pensó que podía depender de Paul y Marco para proteger a los recolectores, pero su cercanía entre ellos represento un fallo que mostró lo poco preparados que estaban para estos momento y al final tuvo que intervenir para poder proteger su deber, aún si fue en contra de lo que sus sentidos le decían.
Los dos Goblins fueron derrotados en un segundo, volando por la fuerza de los puños de Leo pronto desaparecieron en la ilusión de la que estaban rodeados, sin embargo otros más aparecieron.
- ¡Marco!
Paul seguía vivo y sin agradecer a Leo o escuchar sus palabras, mucho menos prestar atención a los Goblins que habían aparecido, corrió hacia su compañero en el suelo, cuyo brazo y algunas costillas estaban completamente rotas por el golpe. Leo observó esto, tenía muchas ganas de gritar que se mantuvieran en calma, pero sinceramente pensó que sería una perdida de tiempo y si algo no tenía era tiempo. Aunque no pudo evitar dejar fluir el pensamiento sobre que aún le faltaba mucho a Paul para poder volverse un líder adecuado.
- ¡Graaaa
- ¡Growewe!
- ¡Grwuuu!
Una decena de Goblins aparecieron en todas las direcciones y detrás de ellos una flechas veloces volaron hacia todos los presentes. Todos cargaron sin demora, pero para Leo esto fue solo una molestia, agitando sus brazos como si de espantar a un mosquito se tratase y envolviendo así todo el lugar en silencio. Aunque solo por segundos.
- ¡Leo!
- ....
Alea gritó el nombre de Leo, la ansiedad estaba presente en su cara y los temblores se repartían entre todos al ver como su tiempo de vida podría estar terminando, sin embargo, Leo no los escuchó, por su parte su mente estaba concentrada en hallar una forma de como escapar con todos, ya que tal opción parecía impensable mientras más lo analizaba, sin embargo cuando unos Goblins aparecieron una vez más y un pequeño cuerpo con una daga en mano lidió con ellos, empezó a creer que quizás no sea así. Además, una especie de alivió parecía haber invadido su cuerpo con el pensamiento "Pequeño Monstruo".
***********POV Abel***********
Las flechas volaron pero no pude actuar, no porque no las viera, sino porque a pesar de hacerlo mi cuerpo no me obedeció.
La sensación pegajosa en mi cuerpo era una de la cual ya debería estar acostumbrada, pero al igual que cuando hirieron a Jean, no pude actuar. No era para comparada a lo que sentí con aquellas sombras que casi matan a Kayn, por lo que podía decir que no estaba aterrado ni muchos enojado... simplemente estaba asustado.... sí... yo estaba asustado.
La sangre no era algo que viera especialmente en mi anterior vida, de hecho, en esta vida vi muy pocas veces la sangre, claro, eso fue hasta que llegué a este lugar, pero era por este mismo pensamiento que todo me resultaba tan extraño. Ya había comprobado que no le tengo miedo a la sangre, incluso llegaría al extremo de decir que no le tengo miedo a mi propia sangre, después de todo es de la que más he visto. Sin embargo... si tengo que aceptarlo solo debo pensarlo un poco para descubrir que... si bien no le tengo miedo a la sangre o a sangrar... tengo miedo a que sangren por mi culpa.
Pensé que aquel recuerdo había sido superado cuando descubrí la presencia de Kayn en este mundo, pero tal parece que no era el caso, solo eran las mentiras que me repetía una y una otra vez. También, como adulto pensé que sabía como lidiar con mis problemas o traumas, pero parece que esa era solo otra mentira y pude corroborarla al ver como Leo si fue capaz de moverse y salvar a Paul, sin embargo, parecía que todavía estamos muy lejos de estar a salvo.
Leo era fuerte y me interesaba ese comportamiento el cual no mostraba su fuerte presencia, ya que quizás él esté igual de asustado que yo en este momento, sin embargo no muestra su desconcierto para hacernos preocupar y de esa forma no solo cumple con su rol de responsable, sino que cumple con su papel de adulto... pero ... ¿Acaso yo no soy mayor? ¿No es mi deber hacer lo mismo que él? ... Por qué vuelvo a sentirme de esta forma y me pregunto ¿Qué haría Kayn?
Sí, tengo miedo de que la gente sangre por mi culpa, tengo miedo de que alguno de ellos muera por mis acciones, sin embargo, estar asustado ahogándome en este lugar iría en contra de todo lo que quise desde que llegué a este lugar... sobrevivir. Y sinceramente soy débil, no los puedo salvar, pero entonces, como el mayor de todos aquí ¿debería quedarme quieto? o acaso no debería de tratar de cargar con parte del trabajo y responsabilidades de los demás... Era obvio, así que no hacía falta responder.
Tomé la daga en mi cinturon, la sensación pegajosa en mi cuerpo latía desde mi derecha, por donde en pocos segundos aparecieron un par de Goblins más, entonces afirmé mi agarre y corrí hacia ellos.
No soy un experto, soy débil, pero tengo experiencia contra ellos y sé donde y como cortarlos, entonces solo debo aguantar hasta que el joven Leo pueda sacarnos de este lugar.
De esa forma blandí la daga, el filo estaba descuidado, pero los Factores de Mejora fortalecían mi fuerza y aunque sea rasgando, la vida de los dos Goblins fue arrancada con ella.
- ¡Cuenta conmigo!
Mis palabras fueron un poco infantiles, pero sentí que debía gritarlo, entonces viendo como una sonrisa aparecía en el rostro arrugado de Leo, supe que hice bien.