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Chapter 49 - Diablillo de Hielo (III)

Esta era la peor situación, no solo el Diablillo había aparecido casi de inmediato, sino que la dirección donde había aparecido era la salida del Valle sin nombre y, mejor dicho, nuestra salida.

Para empeorar las cosas habían dos variantes de Goblins, conocidas como Rey Goblin, cuyas existencias no deberían ser tan comunes, sin embargo, obviando la aparición de una en la cueva donde Abel llegó a este lugar, ahora habían dos de ellos frente a su grupo y eso era sorprendente en muchos aspectos.

Los Goblins en general no eran mucha molestia y menos si los presentes solo utilizaban armas y no magia, sin embargo, la cantidad y el lugar abierto dificultaba la protección de Alea y su grupo, claro que si solo fueran los pequeños Goblins no habría problema alguno y Leo los mandaría a volar en un segundo, pero si bien los Reyes Goblin estaban niveles por debajo del Diablillo en cuanto a poder, la verdad es que no eran precisamente débiles y por eso Leo estaba entre la espada y la pared una vez más.

- No te preocupes... Yo me encargo.

La ansiedad de Leo empezaba a ser vista, tranquilamente podría lidiar con los Reyes, pero la intervención del Diablillo era una variable que complicaría mucho las cosas, por el contrarío, si saltaba directo al Diablillo los Reyes podrían complicar la situación si en vez de seguirlo se lanzaban contra Alea y su grupo, pero, mientras la mano de Leo se cerraba con fuerza lamentando una estúpida decisión como la de no traer su arma, una voz llegó y era una voz que ya le había traído paz antes. 

Leo volteó ligeramente y miró al dueño de la voz que caminaba hacía el frente, él no se había olvidado de su presencia y de hecho pensaba que era algo que no es fácil de olvidar, sin embargo no lo había tomado en cuenta porque por más prometedor y monstruoso que sea ese pequeño la realidad era esa, era demasiado joven y Leo dudaba en poder dejar el delicado equilibrio en sus pequeñas manos. Sin embargo, Abel pensaba lo contrario.

- Avancemos... yo los protegeré. 

- ...¿Estás seguro que puedes hacerlo?

- No...

Leo suspiró ante su respuesta sincera, el niño nunca temblaba o era particularmente expresivo, sin embargo en momentos como este un aura ajena se adueñaba de él y antes de poder mencionar un plan B, Abel continuó hablando.

- Pero lo intentaré... y no es por presumir, pero casi nunca fallo. 

- Jajajaja 

Leo no pudo evitar reír ante las palabras del niño, ya que ¿Qué tanta experiencia tendría un niño como él?, pero opuesto a lo que pensaba, sintió que una vez más podía contar con él y creer en sus palabras. Con eso claro no había porque hablar más sobre el tema y de inmediato pasaron al punto importante.

- Pasaremos a través de los Goblins, no serán un problema, sin embargo tendrás que aguantar a los Reyes mientras lidio con el Diablillo. 

- De una u otra forma considéralo hecho.

- Bien... ¡Vamos!

Alea y los demás, habían estado callados, nerviosos y temblando por la situación, pero recordaron las palabras de Abel donde les dijo que caminaran y no se detuvieran al menos que Leo lo dijera, ya habían faltado a eso una vez cuando todos se detuvieron al ver al Diablillo y de hecho ninguno tenía la confianza de seguir, pero la pequeña espalda frente a ellos los inspiraba de una extraña forma y todos juntos respondieron a las palabras de Leo dando un paso al frente. 

- ¡kikikiki!

El diablillo se rio fuertemente, parecía haber estado esperando a que sus oponentes den el primer paso y junto a su risa los Goblins y los Reyes avanzaron.

- ¡Ja! 

Leo golpeó con fuerza y una docena de Goblins cayeron o salieron volando sin vida, los restantes saltaron y corrieron en su dirección con la esperanza de asestar algún golpe, pero contrario a lo que uno esperaría al ver el gran cuerpo de Leo, la verdad es que era muy ágil y flexible, atributos que solo se mejoraban consumiendo Factores, por eso los siguientes en llegar o tratando de escabullirse fueron recibidos por más golpes, encontrando así su fin. 

Leo avanzó como la punta de lanza, los demás lo siguieron fielmente creyendo en él y al mismo tiempo el joven a su costado caminaba inalterable, con una vista perdida llena de concentración que solo captaba a los Reyes que corrían hacia ellos.

El cuerpo de Abel era especial, por eso podía consumir Factores de Mejora de inmediato y sin descanso, además la fatiga que le llegaba era casi nula, por eso cuando mejoraba su cuerpo lo hacía a lo grande y aún con un pequeño cuerpo podía llegar a tener la fuerza de varios adultos, claro que eso no significaba nada frente a otros potenciadores que podían hacer lo mismo con menos esfuerzo debido a sus cuerpos más desarrollados, pero contrario a ellos, el cuerpo de Abel no tenía un límite conocido en cuanto al máximo que lo puede mejorar, ya que a pesar de llegar a desgarrar sus músculos por la fuerza, estos se regeneraran prácticamente de inmediato, entonces, aunque teórico, Abel se dio cuenta que podía mejorar su cuerpo hasta el punto donde los daños superen su capacidad regenerativa, que también es estimulada por los Factores, y el estado inmerso en el que estaba era precisamente para lograr ese objetivo con el único pensamiento -"Debo detenerlos"

Los Reyes Goblins tenían la piel de un raro color, como si el celeste y el verde se combinaran, siendo el celeste el color predominante, pero eso no era lo importante, sino que, entre las muchas diferencias que tenía con los Goblins normales, es que su fuerza era extremadamente mayor, además tenían más intelecto llegando al punto de poder utilizar magia de forma torpe y lo más temible era la capacidad de regeneración que poseía. 

- ¡Graaaa!

- ¡Grow!

Así, cuando finalmente llegaron frente al grupo de Leo, levantaron sus enormes y gruesos brazos los cuales azotaron contra ellos, cada golpe de estos podía reducir a una persona normal a papilla, sin embargo para Leo fue un golpe con un poco de fuerza y deteniendo un brazo con cada mano los empujo hacia atrás. 

- ¡Wow!

Todo el mundo exclamó sorprendido apreciando porqué es que era uno de los Mercenarios más fuertes del Reino de Sgrowl, además pudieron ver como una especie de aura empezaba a cubrir su cuerpo y antes de pasar en medio de los dos Reyes en el suelo, la piel de sus manos había empezado a tomar un color café. 

- ¡Graaaaa!

Los Reyes gritaron enojados a la espalda de Leo y abriendo la palma una tosca esfera de hielo se formó con rapidez, todo el mundo abrió los ojos nerviosos cuando los Reyes parecían estar cercanos a lanzarle esos bloques de hielo, pero contrario a ellos, Leo ni siquiera volteó, solo siguió corriendo en dirección al Diablillo y cuando Marco, Paul y Alea se disponían a gritar, un destello guinda apareció en medio de los dos Reyes.

Abel corrió a toda la velocidad que pudo, sus ojos seguían cada movimiento que realizaban los Reyes Goblins, entonces, cuando estuvo en medio de ambos, sin importarle que sean decenas de veces más altos, saltó hacia uno y retrajo su brazo para luego estirarlo con todas sus fuerzas y golpear la cara de uno de los Reyes, pero eso no fue todo, cayó con ligereza en el gran cuerpo mientras este se derrumbaba y golpeaba contra la nieve y en un parpadeo se encontraba frente al abdomen del otro, donde volvió a repetir sus acciones, haciendo retroceder y caer al Rey restante. 

- Fuuu...

Abel exhalo mientras caía al suelo de pie y se alistaba para continuar, después de todo los Reyes soltaron los hielos que habían creado y cambiaron su atención hacia él, Abel sabía que esto recién empezaba.

********POV Leo********

Yo no nací en el Norte, la verdad es que llegué al Reino de Sgrowl cuando me cacé con mi esposa, la mujer más hermosa del mundo. 

Habíamos hablado sobre la posibilidad de quedarnos en el lugar donde nos conocimos, una de las muchas ciudades del Reino Duar, ya que ella también trabajaba como Mercenario, sin embargo no podía negarme a nada de lo que me pidiera y no pude decir que no cuando me dijo que quería que nuestro futuro hijo o hija creciera en los hermosos campos de nieve que ella vio mientras crecía, así que al final, luego de completar unos trabajos y amasar cierta fortuna, volvimos a su tierra natal, una ciudad no muy grande bastante al Sur del Reino de Sgrowl llamada Nova. 

Fue allí donde utilizamos el dinero que ganamos para abrir una tienda de mercancías varias. 

Como éramos nuevos el comienzo fue un poco difícil, pero cuando uno persevera y hace las cosas bien entonces logrará sobresalir y por suerte, apoyándonos como los compañeros de vida que éramos, logramos salir adelante.

Finalmente, al cabo de un año, mi esposa se embarazó y siendo sinceros era un buen momento, pero quería dejar todo listo y si es posible avanzar y asegurar nuestro futuro mucho más, así que empecé a meterme más en los asuntos y algunas veces tomaba viajes cortos para cerrar tratos y demás. 

No me encerré en mi trabajo, solo me esforcé más y cuando nació mi hija estuve presente y, si soy completamente sincero, fue la mejor sensación del mundo y aunque nunca lo pensé, con solo verla había encontrado a alguien a quien amaba igual o más que a mi hermosa esposa y sin duda la apoyaría y estaría para ella siempre.

Pasaron los años, la tienda iba en crecimiento y mi hija cumplía los tres años pronto, yo me encontraba en un viaje de negocios para asegurar la mercancía de los próximos meses, algo que hacía una vez cada cierto tiempo, sin embargo, a diferencia de las veces anteriores en el camino de vuelta ocurrió un accidente. Mis recuerdos son confusos sobre que fue exactamente lo que pasó, pero de alguna forma todo salió bien y junto al grupo privado de escoltas con los que contaba, regresamos. Aunque ahora que lo pienso, ¿Cómo fui tan idiota como para no notarlo?, pero en ese momento, junto a mi grupo de escoltas terminamos regresando con un polisón, un niño que creía que era mi hijo.

La actitud de todos, desde los guaridas, hasta las personas de la ciudad que me conocían actuaban algo extrañados al comienzo cuando me oían decir que era mi hijo, pero poco a poco sus miradas fueron cambiando y actuaron con normalidad, dándome la entrada a la ciudad y saludando con gracia. Finalmente cuando llegué a mi casa, al ir a ver a mi hija y esposa... todo empeoró.

Mi hija estaba llorando, parecía haberse tropezado mientras seguía a su madre y, por alguna razón, el llanto de hoy era especialmente agudo. Tanto que mi "hijo" empezó a irritarse y una vez más, mis recuerdos son borrosos antes de despertar y ver la ciudad convertida en un mar de fuego y hielo...¿Y mi familia?... no hace falta decirlo...

Después de ese evento estuve mucho tiempo deprimido, quería que la vida termine, sin embargo, mientras me ahogaba en alcohol, caí en cuenta que esto no podía terminar así, esto no podía terminar antes de que me vengue y una vez más, después de un largo tiempo, volví a tomar mi arma, que ahora estaba acompañada con el peso de mi familia.

Antes de casarme e irme al Reino de Sgrowl era solo un Alto Mercenario, pero por los meses y meses que pasé cazando y buscando al Diablillo terminé volviéndome un Mercenario Superior antes de encontrarlo.

Al final mi venganza fue simple, solo lo exterminé, ya que sabía que no se acordaría de mi o de mi familia, pero fue por eso que.... mi ira y sed de venganza seguían ardiendo...por eso me dije a mi mismo que esto no podía terminar así y forzando más y más mi agarre sobre mi arma caí en cuenta una vez más que esto acabará únicamente cuando no queden más de ellos y que yo.... yo me aseguraré de cumplirlo.