La ventilación en el vestíbulo del Hotel String era excelente.
Justo cuando Cloudy Faris levantó el velo de Iris Thompson, una ráfaga de viento lanzó el velo alto en el aire. Iris quería agarrar el velo en pánico, pero Cloudy agarró su mano.
Cloudy fingió estar desconcertada y gritó, atrayendo la atención de la multitud.
Entonces, vieron el verdadero rostro de Iris Thompson.
Primero, notaron sus labios rosados y su barbilla blanca. Sus labios eran encantadores, y su color era tan tierno que cualquiera que los viera no podía evitar querer besarlos.
Luego estaba su delicada nariz recta, que era más tridimensional que lo que podría lograr la cirugía plástica, casi irreal en su perfección.
Luego vinieron sus ojos.