—¿Volver a la habitación? —La mirada de Eve Thompson se volvió instantáneamente fría.
—¡Emma Tonkin también frunció el ceño! —¿Cómo podía ser este hombre tan cínico?
Eve Thompson respiró hondo, suprimiendo las ganas de golpearlo. No obstante, un brillo agudo relampagueó en sus ojos.
Ella sonrió y estaba a punto de decir algo cuando el teléfono de Jonas Thompson sonó de repente.
Lo cogió y frunció el ceño al ver la llamada entrante.
El atento ojo de Eve captó la llamada de Ava White.
—Hola, ¿qué quieres? —dijo Jonas Thompson contestando el teléfono de mala gana con un tono impaciente—. Te digo que más te vale tener algo importante que decir, o si no yo
Antes de que pudiera terminar, la voz sollozante de Ava White se escuchó, —Jonas, ¿qué hago? He tenido un accidente de coche, buaa buaa buaa...
El volumen del teléfono de él estaba alto, permitiendo que Eve Thompson escuchara la conversación claramente.