Faith Williams sentía que merecía una palmada en la espalda; ¡era el asistente más considerado que había, sin duda!
Justo cuando estaba saboreando su éxito, escuchó a Eve Thompson hablar:
—Sí, es pasado mañana —dijo.
Faith la miró a través del espejo retrovisor.
—Sí, es pasado mañana —repitió Eve, y luego cerró la boca.
Faith: ??
—¿Qué sigue? ¿No se suponía que debía presentar la invitación al Señor Charlie? —Faith se preguntaba por qué Eve no decía nada más.
Pero habían pasado dos minutos y la Señorita Thompson no parecía querer hablar en absoluto.
Faith podía sentir la presión del aire en el coche disminuir sin siquiera darse la vuelta.
—Se sentó de prisa, derecho, y no se atrevió a hablar —describió el narrador.
Anthony Charlie observaba a Eve, esperando que hablara ya que Faith había sacado el tema, pero ¿por qué no decía nada?
No soportó más y finalmente dijo:
—¿Hay algo más que quieras decir?
—¿Querer decir? —Eve se quedó atónita.