Chereads / EL IMPERECEDERO BRILLO DE LA LUNA SE FORTALECE EN UN NUEVO MUNDO / Chapter 16 - Capítulo 14: En el carruaje.

Chapter 16 - Capítulo 14: En el carruaje.

Al entrar en el carruaje esqueleto, me invadió un olor a incienso. Era un aroma ligero pero profundo, que impregnaba el aire. Dejando de lado el embriagante olor, miré hacia arriba y me encontré con Blanche y Vespera, quienes ya estaban en el carruaje. Vespera me dio una mirada de desinterés antes de cerrar los ojos, sumida en lo que parecía ser un estado de meditación.

Con curiosidad, dirigí mi mirada a Blanche, pero ella parecía estar en un estado de trance: quieta e inmóvil. Lo único notable era que seguía contorsionándose de manera inintencionada.

Antes de que pudiera pensar en nada más, Lilia me sujetó la ropa. Sí, Lilia había subido detrás de mí. Normalmente sería al revés, pero estaba asustada. Tuvo que juntar todo su valor para acompañarme, y eso era algo que agradecía.

Ya estábamos las cuatro dentro del carruaje. Al principio no me detuve a revisar el vehículo, pero era sorprendentemente espacioso, casi de cinco metros por cinco metros. Parecía irracional, pero era lo que mis ojos veían.

Vespera, notando mi curiosidad, soltó un pesado suspiro antes de responder. "Es magia de expansión espacial, nada especial. Hasta yo puedo hacer una magia tan básica. ¡Ah! se me olvidaba, tú eres una niña, ¿no?" Sus últimas palabras estaban cargadas de un sarcasmo mordaz, y se rió. No fue una risa que saliera de su boca, sino una risa que resonaba en el alma, similar a la de la Reina Fantasma, Lucía. Aunque fuerte y con eco, no tenía la intensidad suficiente para hacerme temblar. Pero Lilia... Ella estaba detrás de mí, temblando y sujetándome. Al verla así, lancé un conjuro de claridad mental, el mismo que usaba en el pasado pero ahora cargado con la mitad de mi maná. Fue suficiente para que Lilia se tranquilizara, pero Vespera no iba a dejar pasar esto.

"¿Oh? ¿La pequeña Lilia necesita un hechizo de tercera para estar en nuestra presencia? ¡Qué bebé, qué bebé! ¡Juajajajaja!" Qué irritante. No podía hacer nada, solo apretar mis puños tan fuerte que un líquido carmesí comenzó a salir de ellos.

Por suerte, antes de que mis uñas se hundieran más en mis palmas, un látigo envolvió a Vespera. Era un látigo de hierba y huesos, el mismo que utilizaba el Dullahan, Vespera solo vio el látigo y su expresión cambió, de estar en un estado de euforia a una mirada que decía "Oh mier**" y, justo después de que pusiera la cara, el látigo que la envolvía se sacudió violentamente, aún con Vespera amarrada.

"¡De-ten-te vie-jo i-nútil!" Gritaba pidiendo que dejen de sacudirle, pero el Dullahan no se detuvo. Debo admitir que ver esta escena fue muy gratificante y hubiese deseado que no terminase, pero Lilia parecía estar viendo un demonio, su mirada era perpleja y estaba más pálida de lo normal, sujetó cada vez más fuerte mi ropa, y verdaderamente agradezco que solo haya sido mi ropa.

Tras unos minutos, el Dullahan bajó a Vespera, pero digamos que no se veía bien... Su cabello estaba todo desalineado y su color se había ido, ahora verdaderamente parece un fantasma... Mientras pensaba esto último, desvió su mirada hacia mi, una mirada de odio profundo, este... ¿Quizás pueda leer mentes? De todos modos, su atención se centró rápidamente en un espejo que hizo aparecer por arte de magia, para proseguir a peinarse.

"Uff, me la pagarán" Refunfuñó.

Estando Vespera tranquila, peinandose, Lilia pudo relajarse, pero su color... Parece que no hay manera de hacer que vuelva a la normalidad... Intenté hablarle pero simplemente no me respondía.

Es muy aburrido este viaje, al menos en los anteriores habían bocadillos, en fin, sin esperar más tiempo comencé a fabricar pociones. 

La receta que empleé esta vez fue una usando verdadera esencia de dragón, el resultado es la misma poción de resistencia de la otra vez, pero el coste era mucho más caro, aunque es más fácil de realizar, así que, con cada una de nosotras con lo nuestro, el viaje continúo.

DESPUÉS DE UNOS DÍAS DE VIAJE

Después de unas pocas horas de hacer pociones me aburrí, así que comencé a hablar con IA.

"Oye, IA, ¿Cuánto tiempo pasó?" En lo que a mi respecta, todavía no ha pasado mucho tiempo, el cielo sigue igual que antes así que ¿Quizás unas 2 horas?

"Han pasado 4 días desde que comenzaste a hacer pociones" ¿Q-Qué? ¡¿C-Cuatro días?!

"O-Oye, ¿No te confundiste y quisiste decir 4 horas?" ¡Obviamente 4 horas es más creíbles! No sabía que IA igual podía cometer este tipo de errores... ¿Qué hubiera pasado si cometía este tipo de error antes de que conozca al Rey Lich...?

"No, han pasado 4 días, no 4 horas" ¡¿C-Cuatro días enserio?! ¡Es imposible! ¡Ya sé, voy a preguntarle a Lilia! Al voltear a ver a Lilia, solo puedo verla dormida recostada en el asiento de tan brillante como el mármol el cual resaltaba su cabello purpura desordenado. Sus cejas estaban ligeramente fruncidas, y se notaba tensa... Sus labios, de un rosa pálido, estaban apretados, sugiriendo una lucha interna incluso en el sueño, seguramente causado por estar en un lugar pequeño junto a sus demonios... Bueno, no tan "Pequeño"

"¡Pshh! ¡Pshhh! Lilia" Hablé susurrando para que solo ella me escuche. Lilia despertó con un sobresalto repentino, su cuerpo se sacudió ligeramente mientras sus ojos violeta se abrían de golpe. Su respiración, inicialmente agitada, se fue calmando gradualmente al darse cuenta que yo le estaba hablando. Un destello de confusión cruzó su rostro mientras se reajustaba a la realidad, sus ojos recorriendo la habitación con una mezcla de sorpresa y determinación y, esos bellos ojos les encontraron. Sí, vieron a Vespera y Blanche y su respiración, que ya se habia calmado, volvió a desbordarse, aunque hizo lo posible por suprimir sus emociones...

"¿S-Si, Mizuki?" Preguntó aún asustada. Uhm... Quizás no haya sido buena idea haberla despertado... Pero ya no importa, hablando aún entre susurros le pregunté: "¿De casualidad sabes cuánto tiempo hemos estado en el carruaje?"

"¿Uh? ¿Eh? S-Sí, creo que han pasado 4 días, pero no estoy segura, desde que comenzaste a hacer pociones me dormí y apenas despierto, pero... Siento que han pasado 4 días... Perdón, realmente no estoy segura..." Así que en verdad han pasado 4 días ¿Uh? Bueno, supongo que le haré caso ua que IA igual lo dijo...

"Está bien, ¡Muchas gracias, Lilia! Entonces ¿Volverás a dormir?" Me siento mal por haberle despertado para nada...

"N-No, ya mero llegamos, ¿Quizás en una o dos horas?"

"¿Es así? Entiendo... ¿Quieres comer algunos dulces mientras tanto?" Sí, no nos dieron comida en el carruaje, sin embargo tengo guardado varias golosinas y algunos ingredientes para cocinar, pero no me dio hambre mientras trabajaba, de hecho no me dí cuenta de que ya era hora de comer, y de hecho, sigo sin sentir hambre, pero es malo no comer.

"E-Está bien" Dije mientras sacaba unos dulces de mi inventario y comenzaba a verterlos en un pequeño recipiente en el carruaje. El aire se llenó con el tintineo suave de los dulces cayendo uno tras otro, y por un momento pareció que la atmósfera tensa dentro del carruaje se relajaba. Sin embargo, la calma fue interrumpida por la reacción de Blanche.

Ella, sentada en el lado opuesto del carruaje, pareció despertar de su ensimismamiento. Movió sus extremidades de manera rígida y desigual, dejando imágenes residuales a su paso mientras se lanzaba hacia mí con un hambre desesperada en sus ojos vacíos. Antes de que pudiera alcanzarme, un látigo hecho de hierba y huesos, sostenido por el Dullahan que conducía el carruaje, se desenrolló rápidamente y la envolvió.

El látigo la atrapó con fuerza, sacudiéndola violentamente mientras emitía un crujido huesudo. Blanche luchó contra las restricciones, emitiendo gemidos guturales que resonaban en el pequeño espacio del carruaje. Sus movimientos eran erráticos y desesperados, pero el látigo parecía mantenerla bajo control, impidiéndole acercarse más a mí.

Observé la escena con mezcla de alivio y preocupación, consciente de lo cerca que estuvo de alcanzarme. Los dulces en el recipiente se movieron ligeramente con el vaivén del carruaje, entonces, Vespera se teletransportó arriba de mí y, con la voz más dulce que te puedas imaginar dijo "¿Me das un poco?"

Realmente no quería darle a Vespera, pero estarán con nosotras hasta que finalice la incursión, así que supongo que no me importaría darle unos cuantos, así que accedí, sin embargo y tras mi respuesta, Vespera vació todo el recipiente, dejándolo sin nada y, con la sonrisa más dulce dijo "Muchas gracias, estuvieron ricos" ¡Esa fantasma...! De cualquier modo, no importa, no importa, tengo más dulces en mi inventario, solo saqué unos cuantos después de todo...

Volví a proceder con lo que estaba haciendo y, nuevamente Vespera hizo la misma escena, pero esta vez le dije que no, Vespera intentó convencerme, pero fue inútil, así que comenzó con los ataques mentales, pero de nuevo, fue inútil, así que, antes de darse por vencida, se teletransportó tratando de robar mis dulces, y justo cuando los tenía en la mano los sacudió frente a mí mofándose de su acción maliciosa.

"Kuajajaja ¿Qué vas a hacer ahora, 'Pequeña'? ¿Me lo vas a arrebatar? ¡Esto es por no querer invitarme por las buenas! ¡Y también por hacer que me sacudan igual que esa inútil saco de carne podrida de Blanche!" Puso el recipiente por encima de ella y, estando a punto de verterlos en su boca se escuchó un crujir de huesos.

El crujir no era el mismo que el que sujetaba a Blanche, era otro diferente, sonaba muy similar, pero no lo era, y Vespera lo sabía bien, su cara pasó de estar orgullosa de sus acciones a la misma cara de "Oh mier**" que mostró el primer día.

Por la posición en que estabamos ella no podía ver al Dullahan, pero solo suspiró y resignandose preguntó "¿Hay un látigo del Dullahan detrás de mí, verdad?" A lo que solo asentimos Lilia y yo. "Mier**" susurró Vespera antes de ser enrrollada y sacudida al igual que su hermana...

Al final, ambas olvidaron lo de los dulces y en su lugar, compartí algunos con el Dullahan.

El Dullahan se llama Fred, es muy amable aunque de pocas palabras, nos divertimos platicando con él en lo que llegabamos al destino.