Lilia volvió a la retaguardia y Mizuki finalmente recobró la noción de lo que sucedía, así que fue donde Lilia con un paso ni rápido ni lento, estaba verdaderamente angustiada por su débilidad, pero no podía hacer nada ¿Verdad? Por ahora solo iba a ver si Lilia estaba bien.
"Fiu~" Suspiró Lilia tras poder descansar un poco, y luego se estiró. "¡Mhg! ¡Fue un buen entrenamiento!" Dijo antes de que terminase de acercame a ella, espera ¿Sabía que estaba allí...? ¡Cielos Mizuki, ahora ni eso puedes hacer bien!
"¿Sabías que estaba aquí?" Pregunté dubitativamente a Lilia, en lo personal, se me hacía raro, es la primera vez que intento acercarme a ella silenciosamente, pero, que me descubra tan rápido es, lamentable…
"Sí, la realeza No-muerto tiene un inherente sentido de la vida a sus alrededores, podemos sentir cualquier rastro de energía vital en el entorno, y eso te incluye" dijo soltando una sonrisita, y luego volvió a mirar la batalla que tenía enfrente.
"Es ilógico, ¿no te parece?" Añadió Lilia.
"¿Qué cosa es ilógica?" Respondí. Lilia, aún sin quitar su mirada del frente, comentó: "Es ilógico que alguien de nivel 300 pueda derrotar a un rival que es cientos de niveles superior a él, ¿no crees? Pero así es como los dioses lo decidieron: los débiles mueren a manos de los fuertes, y los fuertes pueden morir a manos de los débiles."
Se detuvo por un momento, y luego prosiguió: "En el pasado, hubo el registro de un dragón que murió a manos de un pobre mago. El mago conjuró una bola de roca lo más grande que pudo y se la metió en la boca al dragón. ¿Cómo pasó? No se sabe, pero el dragón pereció tras ello. Una diferencia de más de 5,000 niveles y el mísero mago ganó. Pero cuando volvió a su reino, en lugar de recibir vítores y alabanzas, lo terminaron matando."
"¿Por qué harían eso?" Se preguntó a sí misma, aunque ya sabía la respuesta…
Lilia suspiró, su mirada se endureció mientras recordaba la historia. "El mago, aunque había logrado lo imposible, era visto como una amenaza por los nobles y los poderosos del reino. Ellos temían que alguien con su capacidad pudiera desafiar su autoridad y poder. Un simple mago, capaz de derrotar a una criatura tan poderosa, ponía en cuestión todo el orden establecido. Si alguien de nivel 500 podía derrotar a un dragón de nivel 5300, ¿qué impedía que pudiera desafiar y superar a los líderes del reino? Además, algunos creían que el mago había recurrido a métodos oscuros o prohibidos, algo que podría atraer la ira de los dioses o traer desgracia al reino."
"Así que, en lugar de reconocer su valentía y habilidad, decidieron eliminar la amenaza. Fue más fácil para ellos matarlo y mantener el status quo que permitir que su hazaña cambiara el equilibrio de poder. El mago fue traicionado por aquellos a quienes había protegido, víctima de su propio éxito." Dio una pausa larga, y luego me miró.
"Perdón por contarte una historia tan aburrida, pero es solo que combatir me llena de un sentimiento raro de oscuridad…" Al final, Lilia se terminó dando unas palmaditas en su rostro y volvió a tener una actitud tonta nuevamente.
"Fue un oponente muy difícil Mizuki~ aunque por suerte mis invocaciones se encargarán de ellos" Lilia dijo muy orgullosa
"Por cierto, cuando dices invocaciones te refieres a…"
"¡Por supuesto! No puedo 'Invocar' en el tradicional sentido de la palabra, pero como ya te he explicado, si puedo 'Convocarlos'" Dijo afirmando lo obvio, es cierto que ya me lo había dicho, pero me preguntaba otra cosa…
"Entonces ¿No son las cartas de No-muertos?" Ante mi pregunta Lilia entró en shock.
"¿Cre-crees que podría usarlas para ganar una batalla tan trivial? ¡Por todas las sombras, no! ¡Hasta yo tengo un poco de orgullo ¿Sabes?!" Lilia pareció molestarse un poco tras mi afirmación, pero es la Lilia normal, luego miró a un lado y dijo: "Uh, parece que ya lo eliminaron ¿No? Aún así no pude subir un solo nivel T-T"
¡Cierto, estamos tratando de llegar al pie de la mazmorra! Sin perder tiempo busqué con los ojos a Vespera y Blanche, pero ellas están… ¡¿Están masacrando a todas las turbas?!
El estilo de pelea de Blanche es un espectáculo salvaje y aterrador. Con una agilidad deslumbrante, salta de cabeza en cabeza entre los no-muertos, aplastándolas en el acto. Cuando se queda sin puntos de apoyo, cae al suelo y empieza a correr a cuatro patas, su cuerpo se contorsiona de manera antinatural, moviéndose en todas direcciones a la vez. Muerde, patea, golpea y da cabezazos a todo lo que se le cruza, dejando una estela de destrucción a su paso. Sus ojos brillan con una locura irracional, reflejando su insaciable sed de eliminar a todos y a todo.
Su combate es una danza frenética que no depende del maná, salvo para curarse las heridas autoinfligidas. No se molesta en esquivar o bloquear los ataques enemigos, los recibe todos directamente, como si el dolor fuera irrelevante para ella. Cada movimiento es una mezcla de caos y brutalidad, mostrando una fuerza descomunal y una resistencia inhumana.
El estilo de combate de Vespera es una exhibición magistral de control y destrucción en masa. Desde la retaguardia, ella concentra su energía y, formando un círculo con sus manos en el centro de su estómago, invoca un anillo de dagas de maná que emergen y se despliegan en el campo de batalla. Estas dagas giran a una velocidad vertiginosa, cortando todo lo que tocan en un frenesí de maná afilado. La precisión y letalidad de este círculo giratorio de muerte son asombrosas, eliminando a múltiples enemigos con una extrema eficacia, casi parece una licuadora que muele toda la carne en un espectáculo de horror.
Cuando no quedan más adversarios cerca, Vespera separa sus manos, y las dagas se dispersan en todas direcciones. Cada daga, al volar por el aire, deja un rastro devastador con una estela rosada, cortando y desgarrando todo a su paso. La imagen de las dagas formando una flor en pleno vuelo es tanto hermosa como aterradora, y lo más aterrador de todo es que cada daga siempre va dirigida a la cabeza, ojos o tendones...
Pero la verdadera fuerza de Vespera se muestra cuando aún quedan enemigos. En un movimiento final, une sus manos de nuevo, y las dagas vuelven a ella, convergiendo en una explosión devastadora en el centro del campo de batalla. Esta explosión no solo crea un cráter en el suelo, sino que también deja caer delicadas flores que se desprenden de la energía liberada, un contraste muy marcado entre la destrucción y la belleza.
A diferencia de Blanche, el estilo de combate de Vespera es un ballet mortal, una combinación de gracia y violencia que aniquila a sus enemigos en un gran espectáculo de habilidad y poder. A mi me pareció un espectáculo fenomenal, pero Lilia… Habia una gran energía oscura que la recubría…
Tras enterarse de nuestra presencia, Vespera dejó de lado las turbas y se nos acercó, aunque las dagas seguían girando en un área más amplia ¿Quizás unos 5m tenía de diámetro el circulo de la muerte?
"¡Ya me cansé! ¡Si seguimos así nunca llegaremos! ¡Mizuki, ¿Subiste de nivel o algo?!" Preguntó Vespera muy exasperada por la situación, para ser francos, si ellas quisieran cruzar, no tendrían ningún problema, pero deben cuidarme lo que seguramente lo vuelve muy irritante…
"No, no he subido nada de nivel"
"¡Por un infierno, lo que sea, Blanche, Lilia, júntense a Mizuki!" Ante su orden, Lilia se juntó a mí, pero Blanche…
"¡Maldita sea, Blanche, dije que te juntes a Mizuki!" Pero Blanche solo se reía en medio del campo de batalla.
"Ugh, lo que sea, ya nos alcanzas luego" Dijo mientras se acercaba a nosotras.
"Bien, supongo que tendré que ayudaros en esta situación ¿No?" Se detuvo frente a nosotros y tras unos 5 minutos aproximadamente, dijo: "Listo, ya lo ubiqué" y con un ligero chasquido, nos llevó frente a la torre.
"Este… ¿Qué pasó?" El paisaje de la tierra desolada frente a nosotros y las turbas embravecidas cambió y ahora, la gigantesca torre azabache se alzaba frente a nosotras.
"Nos teletransporté a la torre, ¿No es obvio?" Preguntó en un tono molesto.
"Bueno, como sea, solo párate frente a la puerta, regístrate e ingresa al tutorial, luego avanzas al primer piso y allí te estaremos esperando ¡¿En.tien.des?! ¡Y que sea rápido!" Sin decir otra palabra me empujó al frente de la puerta.
La puerta, monumental en su presencia, se alza imponente con una altitud de aproximadamente 20 metros y un ancho de 10 metros. Su diseño evoca la majestuosidad de las puertas de una catedral, pero con un toque oscuro y macabro. Está rodeada por una inquietante ornamentación de huesos y calaveras de diversas criaturas. Entre los restos, se distinguen desde cráneos humanos hasta los de demonios, duendes, y hadas. En la parte superior, dominando la escena, se encuentran las cabezas de dragones y monstruos gigantes, criaturas tan raras y desconocidas que no había visto ni en historias de ficción de mi vida pasada.
"¡¿Qué haces parada allí como una tonta?! ¡Apúrate y entra!" Gritó Vespera desde ¿Uh? ¿Una distancia segura? ¡¿Por qué está tan alejada y cubierta de una barrera de cuchillas?!
"¡Solo toca la maldita puerta, inyecta maná o pon un poco de sangre!" Hice lo que me sugirió y la puerta, anteriormente de un color enteramente negro, ahora comenzó a emitir un pequeño brillo entre algunas grietas que previamente estaban ocultas, y tras un breve chirrido se abrió, y, antes de que pudiese reaccionar, ¡Comenzó a absorber todo lo que estaba frente a ella! ¡Una gran potencia de succión comenzó a llevar a mi cuerpo dentro de la torre! Sí, de por sí iba a ingresar a la torre, pero ¡Esta manera da demasiado miedo! ¡¿Quizás sean los craneos los que dan mal rollo o quizás la oscuridad total que estaba dentro de la torre?! ¡No sé que era pero ahora no quería entrar, así que traté de huir desesperadamente, pero…!
"¡No puedo dejar que huyas, ahora entra allí!" Vespera, con un movimiento preciso y letal, ejecutó un mortal hacia atrás, extendiendo su pierna en el aire. Su pie me golpeó en la cabeza justo cuando intentaba escapar, desestabilizándome por completo. El impacto me lanzó hacia la puerta, y el vórtice succionador terminó el trabajo, arrastrándome dentro de la torre en un instante.
"¡Vespera me las pagaráááás!" Grité, mientras mi voz comenzaba a perder intensidad, y, una vez dentro de la puerta, esta se cerró con un sonido pesado y fuerte.