La sonrisa de aquel individuo no pasó inadvertida para el Rey del Infierno, cuya voz resonó con ira en el vasto salón del consejo..
-"¿Qué tanto te regocija esta situación, Azael? ¿Qué encuentras tan divertido? " ¿El hecho de que nuestro plano de existencia esté en peligro de desaparecer?" - las palabras del Rey del Infierno destilaban furia.
Frente al semblante enfurecido del Rey y los ojos escrutadores de los presentes, el demonio conocido como Azael no mostró rastro de temor, sosteniendo su sonrisa.
Azael habló con desdén, "Es solo un ángel traidor, ¿qué hay que temer? Y que si tiene el mismo poder que los arcángeles, ¿acaso son realmente tan poderosos esos arcángeles?"
Ante tal afirmación, el Rey del Infierno comprendió que Azael no entendía la gravedad de la situación, ni la verdadera magnitud de los seres celestiales.
"Azael, parece que no comprendes lo suficiente acerca de los celestiales. Un solo arcángel es capaz de enfrentarse a tres o cuatro de ustedes y derrotarlos, o cuatro arcángeles pueden enfrentarme a mi y escapar con vida si así lo desearan. Así de formidables y bien entrenados son esos arcángeles de los que te burlas."
"Es crucial comprender que, en este tiempo, en caso de entrar en conflicto con los celestiales, seremos nosotros los derrotados después de una prolongada batalla, enfatizó el Rey.
Tras las palabras del Rey, una expresión de asombro se reflejó en los rostros de todos los demonios, incluyendo Azael.
Sin dejar espacio para réplicas, el Rey prosiguió.
"Con la situación de los arcángeles aclarada, necesitamos elaborar un plan para detener a Gabtan y recuperar las llaves del mundo humano. Estoy seguro de que los celestiales también están ideando alguna solución."
Tras una larga discusión, el Rey y los demás demonios desarrollaron un plan que implicaba enviar a uno de ellos al mundo humano para encontrar las llaves y regresar antes de que Gabtan apareciera.
El Rey continuó, "Ahora que tenemos un plan, debemos decidir quién irá al mundo humano. Desafortunadamente, solo nos queda una ficha de teletransportación, ya hemos gastado las demás, y no podemos esperar un año. Azael, dado que parecías ver esto como una broma, serás tú quien vaya."
-JA JA JA JA-
Una risa desenfrenada se escuchó desde la parte de atrás, era Azael
-Perfecto, no hay ningún problema, yo iré y me encargaré de todo-
Ante las palabras del desafiante demonio, algunas de las reacciones de los presentes incluyeron el rodar de ojos, el tomar la cabeza entre las manos y el fruncir el ceño en señal de desaprobación. Parecía que su actitud ligera no era bien recibida por todos.
Concluida la reunión, el Rey despidió a todos los demonios y llamó a Azael para que lo siguiera por una puerta que llevaba a una habitación diferente.
"Azael, espero que entiendas la importancia de esta misión. No hay tiempo para tus juegos. Debes tomar esto en serio. Una vez allá, no podremos proporcionarte ninguna ayuda", advirtió el Rey.
Azael asintió con determinación, "No te preocupes hermano, sé muy bien lo que debo hacer. Traeré las llaves a nuestro mundo. ¿Tienes alguna pista sobre sus paraderos?"
El Rey respondió, "Lo único que sé es que una de las llaves se encontraba en una ciudad llamada Yarbik, aunque eso lo leí en uno de esos antiguos pergaminos. Dado que tienen casi mil años de antigüedad, no podemos confiar plenamente en su información. Otra pista que podrías seguir es que cada llave porta el poder de los individuos más destacados en la historia del mundo humano, así que los lugares donde se hallen estarán imbuidos de ese poder".
Con esta información, Azael se despidió del Rey, su hermano mayor y se preparó para su misión en el mundo humano.
Mientras veía la espalda de su hermano menor desaparecer por la puerta, el Rey no pudo evitar suspirar.
Una voz que venía desde su espalda susurró, "¿Estás seguro de esto, mi Rey, enviar a Azael, quien toma la mayoría de las cosas a la ligera como si fueran simples bromas?"
El Rey respondió con convicción, "Sí, esta misión le enseñará una lección. Aprenderá que no todo es un juego y que nuestro mundo depende de él. Además, rectificará su creencia errónea de que los demonios somos los más poderosos de este plano. Después de esto, comprenderá que siempre hay alguien más fuerte"
Con esas palabras, el Rey salió por la misma puerta por la que había desaparecido Azael, dejando sola a la voz que le había hablado.
Al día siguiente, Azael se hallaba inmerso en la vasta biblioteca del gran castillo negro. Allí, dedicaba sus esfuerzos a recabar información sobre el mundo humano, también conocido como el Plano Terrenal. Anhelaba adentrarse en aquel viaje con al menos una comprensión básica de las costumbres humanas.
Los libros que consultaba habían sido recopilados por el demonio erudito Zeke, quien había hecho uso de una ficha de teletransporte para explorar el mundo humano años atrás y traer consigo información "actualizada" de aquel lugar.
Después de hojear cientos de volúmenes, Azael empezó a notar ciertas coincidencias que surgían a lo largo de distintas épocas.
"¿Cómo demonios es posible que aparezcan cada cierto tiempo estos llamados 'Reyes demonios'? Nos está prohibido a los demonios autodenominarse Reyes sin antes haber derrotado al verdadero Rey del Infierno. Parece que algunos demonios alevines, desterrados al mundo humano, han transgredido esta regla y se proclaman Reyes a sí mismos", reflexionó Azael.
Pasaron dos días rápidamente, y Azael se sumergió en los últimos pergaminos antes de iniciar su misión.
"Debo tener presente la escala de poder del mundo humano. Según esta información, ha habido humanos con la fuerza suficiente para rivalizar con algunos demonios. Según estos antiguos pergaminos, se clasifican en diferentes rangos. Comienzan como Reclutas, luego ascienden a Aprendices de Guerrero o Mago, después a Guerreros o Magos de 1 a 5 estrellas, siguen como Caballeros o Archimagos de 1 a 5 estrellas, luego ascienden a Caballeros Maestros o Archimagos Maestros, un peldaño más arriba están los Caballeros Santos o Grand Mago, y por último, el título supremo de Héroe. La lista continúa con otras categorías como asesinos, druidas, espadachines, pero revisaré eso más tarde. Ya es hora de partir".