—Con algo extraño en su interior, Mary se mordió la lengua y miró al techo —pensó mientras el dolor comenzaba a desvanecerse. Su estado mental se congeló en la falta de pensamiento antes de que llorara involuntariamente.
—Mary escuchó un sonido crujiente de una cachetada, y sintió la textura de los muslos de ese demonio que tocaban sus nalgas. Él hacía lo que quería con ella. Moviendo sus manos sobre su culo, agarrando sus caderas, empujando su pene dentro de ella.
—¡Phah! ¡Phah! Phatー
—¡Annhh~ —Mary gimió mientras su gruesa polla estiraba su coño, martillando su útero.
—Jake echó un vistazo a los melocotones de esta sacerdotisa. Vio su verga carnosa, mojada por los jugos de ella.
—¿Cómo se siente? —Jake agarró puñados de su carnoso trasero y movió su abdomen rápidamente.
—¡A-aahh...a-annhh... Ah~ Ah~ Annhh... —Mary sostuvo las muñecas de Jake, pidiéndole que no fuera tan brusco. Él la estaba volviendo loca, y ella estaba a punto de venirse otra vez.