—Quiero que este momento dure —al sentir que la Sirena Femenina le respondía, Roy se sintió motivado y la besó con más fuerza.
—¿¡Qué está haciendo?! —sus ojos se abrieron de par en par conmocionados mientras la lengua de él presionaba sus suaves y flexibles labios rojos antes de lamer, morder y untarlos con su saliva, esforzándose como un hombre desesperado para que se separaran.
—¡Mmm! —como un pavo real que despliega sus plumas para hipnotizar a otros, él la excitó sin límites, arrancando un gemido de su boca. Sus delicados labios se separaron, y ella abrió la boca, revelando su lengua roja y seductora a su apasionada mirada.
Sin perder un instante, él introdujo su serpiente rojiza en ella, saboreando la dulzura del interior de su boca.
Deslizó su lengua sobre la de ella, probando su saliva, asustándola.