—¿Es hora de irnos? —preguntó Gaap.
—Sí, Maestro —respondió Lux—. Lamento hacerle esperar.
A los dos días de haber llegado al territorio del Palacio de Cristal, Lux finalmente decidió dejar el Cuartel General de la Hermandad y dirigirse a Agartha.
No se fue de inmediato, ya que había algunos asuntos que necesitaba discutir con el Alcalde de Vesperia, Nidus Novario, como los suministros que necesitaban para la construcción de la ciudad que Bentley y su Gremio de Mercantes estaban encargados.
A causa del ataque del Ejército Divino de la Luz, varias de las estructuras que habían construido habían sido destruidas.
Afortunadamente, los cimientos de estas estructuras aún estaban intactos, por lo que no tuvieron que empezar de cero. El único problema era que los materiales brutos que tenían no serían suficientes para cubrir el proyecto hasta su finalización.
Nidus acordó suministrar a Lux los materiales necesarios para completar la construcción de su ciudad a un precio justo.
