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—Siéntete honrado, Medio Elfo —dijo Piccoro—. Porque soy muy generoso, te permito escoger tres de los cinco anillos de almacenamiento que he extorsionado de esos Santos. Um, no te está permitido comprobar el contenido de cada anillo. Solo elige tres al azar, y eso es todo.
Mientras la Dama Augustina escoltaba a la isla flotante hacia su nuevo hogar, Aur le habló telepáticamente y le sopló, haciéndole saber acerca de las cosas que Piccoro hizo después de que la batalla terminara.
A causa de esto, el Administrador del Palacio de Cristal ordenó a Piccoro que le diera a Lux la mitad de lo que había recolectado de los Santos, haciendo que el Nacido del Dragón se sintiera avergonzado.
Aunque él sí ayudó en la defensa de Lux contra los Santos del Ejército Divino de la Luz, el que terminó la batalla aún era el Medio Elfo, que había usado un arma que él nunca había visto antes.