—¡Lucha! —gritó Eiko mientras miraba al Unicornio Blanco, Astra, a quien no había conseguido derrotar en el pasado.
Justo después del desayuno, el limo bebé fue a buscar a su rival para exigirle una revancha.
—¡Lucha! —repitió Eiko mientras miraba al Unicornio, que la observaba desde arriba con expresión molesta en su rostro.
Astra simplemente bufó en respuesta a las exigencias de Eiko, pero el limo bebé continuó molestándolo para que luchara.
—¡Lucha! —gritó Eiko cuando Astra estaba comiendo.
—¡Lucha! —repitió Eiko cuando Astra simplemente caminaba por los pasillos.
—¡Lucha!
—¡Lucha!
—¡Lucha!
A dondequiera que fuera Astra, el limo bebé lo seguía, exigiéndole una pelea.
Sin embargo, sin importar cuánto insistiera Eiko, Astra ignoraba sus desafíos, haciendo que el limo bebé se enfadara tanto que comenzó a lanzar Bombas Explosivas en dirección al Unicornio.
La residencia de Iris estaba protegida por barreras poderosas que solo los Santos podrían destruir.