La verdad sea dicha, Cai nunca había pensado en tener una relación con nadie.
Dado que su constitución corporal era un poco especial, su Abuelo había hecho grandes esfuerzos para mantener su secreto a salvo de aquellos que podrían aprovecharse de ella.
El Legado de la Doncella Celestial.
Eso era una bendición, pero también una maldición que se le otorgó a Cai en el momento de su nacimiento. Ella fue bendecida con un cuerpo que le permitiría elevar su Rango suavemente, y aún así, si alguien tomara su castidad y la marcara como propia, también ganarían esta habilidad.
No solo eso, sino que también podrían absorber la Fuerza de Cai hasta que su Rango retrocediera al de un principiante.
Aunque ella podría recuperar este rango en un corto período de tiempo debido a su constitución corporal, aún así podría perderlo en cuestión de minutos en el momento en que alguien se aprovechara de su cuerpo sin tener en cuenta su bienestar.
Por eso, Cai llevaba una máscara.
