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Si alguien me preguntara si me siento bendecida, la respuesta sería sí.
De entre los millones de enanos en el mundo, nací como la tercera princesa del Reino de Gweliven y fui amada por mi padre y mis tres madres.
Dije tres madres porque mi padre se casó con tres mujeres.
La madre que me dio a luz era su segunda esposa. Pero, aun así, las tres nos amaban a todos nosotros tanto como a sus propios hijos, haciéndome sentir afortunada de haber nacido en la familia real.
Tal vez porque nací el mismo día que mi padre, él me consentía más que a los demás.
Pero eso no significaba que amara menos a los otros.
Mi madre decía que los padres suelen amar más a sus hijas, mientras que las madres aman más a sus hijos. No sabía si esto era cierto o no, pero tal vez lo era porque mi padre amaba a todas sus hijas y nos malcriaba más de lo que lo hacía con mis hermanos.
