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—Jefe de la Aldea, tenerte como mi futuro Maestro Adjunto del Gremio es una bendición —dijo Lux con respeto—. Por favor, toma también esta ficha.
—Mmm. Ya que lo pides tan amablemente, supongo que puedo trabajar estos viejos huesos un poco —respondió Cedwyn mientras tomaba la ficha roja, haciendo que Randolph resoplara y la Abuela Annie sonriera.
—¡Heidi también se unirá! —exclamó Heidi.
—Eh... quizás la próxima vez —Lux se rió entre dientes mientras acariciaba la cabeza de la niña pequeña que competía con Laura y Livia, que tenía aproximadamente la misma edad que ella.
Los demás Ancianos de la Aldea Hoja simplemente intercambiaron miradas entre ellos y se encogieron de hombros. Les parecía que unirse a un gremio a su edad no valía la pena, así que no le pidieron a Lux que les diera fichas rojas.
Media hora más tarde, Lux salió de la casa del Jefe de la Aldea y se paseó por la Aldea Hoja para preguntarle a algunas personas si querían unirse a su gremio.
