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En cuanto los representantes de los diferentes reinos entraron en el Dominio de los Caídos, su confianza desapareció, dejando solo expresiones solemnes en sus rostros.
Todos ellos eran Pseudo-Iniciados, lo que significaba que solo necesitaban alrededor de cien puntos de estadística antes de alcanzar el Rango de Iniciado. Debido a esto, sus sentidos eran más agudos en comparación con otros, y sus sentidos les decían que este Dominio estaba repleto de criaturas de mayor poder que ellos mismos.
—No sé qué tipo de órdenes recibieron de sus superiores —dijo Lux al enfrentarse a las treinta personas que guiarían hacia la entrada del Calabozo Sagrado—. Pero si alguno de ustedes no quiere morir, no tendrán más opción que cooperar entre ustedes si quieren llegar a nuestro destino.
