—Se acabó —murmuró Fiora cuando vio a su hermano lanzarse sobre su oponente con la ferocidad de un tigre salvaje.
Amastan, que estaba prestando mucha atención al combate, no respondió. En cambio, entrecerró los ojos y esperó el próximo movimiento del adolescente regordete que decidiría si mantenía su cabeza sobre los hombros.
Podía decir que su hijo estaba serio en acabar con la vida de aquél. Como padre de Einar, sabía que una vez que su hijo decidía algo, no pararía hasta tener éxito en su empeño.
Juez Dredd y Bruno habían elevado sus sentidos al límite. Al igual que Amastan, ellos también entendieron la intención de Einar. Sin embargo, tenían las manos atadas.
No sabían si Lux era capaz o incapaz de defenderse del ataque. Si bloqueaban el ataque de Einar, no tendrían más remedio que declararlo ganador. Por otro lado, si el combate se detenía de esa manera, Lux podría decirles que su ayuda no era necesaria, así que ambos estaban en un aprieto.
