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La mantis del terror de ojos rojos emergió de la casa destruida y lanzó un chillido furioso hacia Lux.
Fue en este momento que Boreas, el capitán de los jinetes de Norria, llegó a la escena junto con más de veinte jinetes, quienes eran todos apóstoles de grado C (monstruos de rango 2).
Al ver a los oponentes, el rostro de Boreas palideció. Con solo una mirada, pudo decir que el lobo mutado de cinco metros de altura era una mala noticia.
—Capitán Boreas, ¿puede contenerlos durante cinco minutos? —preguntó Lux con una sonrisa—. Necesito hacer algo primero.
—No —respondió Boreas—. Es imposible.
—Awww. ¿No es esta la parte en la que dirás "¡Deja todo en mis manos!" y actuarás como un héroe?
—No pidas lo imposible. Ese lobo es una mala noticia. Incluso si llegan nuestros refuerzos, aún será difícil manejar la situación.
