Atontado por las palabras del cardenal Weiss, Kieran miró en un silencio de incredulidad.
—¿Suficiente tiempo? —Kieran parpadeó para disipar la niebla restante en su mente y estiró el cuello para ver las cimas dentadas arriba.
—¿Qué quiere decir con suficiente tiempo? Eso suele decirse cuando has esperado mucho tiempo. O quizás Weiss solo es impaciente. —Kieran quería creer ese pensamiento, pero un vistazo a su alrededor le dijo lo contrario. El Paso Inerte parecía más tenue, más oscuro... como si un extraño crepúsculo se hubiera asentado sobre la extensión de la muerte.
La miasma nociva también parecía más profunda en color. Kieran estaba experimentando lo que solo podía asumir como la noche en la Tierra de Ruina. O la llegada de la noche.
—Entonces... no un par de minutos. ¿Horas entonces? —Kieran movió sus ojos buscando prueba para apoyar su lógica, pero se encontró con la mirada compasiva del cardenal Weiss y sus palmadas consoladoras.