Poco después de que Vitalia dejara a Kieran con este mensaje, él desapareció, hundiéndose bajo la superficie del Árbol Todopoderoso del Origen.
Una vez que se fue, Ayduin se paró al lado de Vitalia, mirando el tronco con un brillo significativo en sus ojos. —¿Crees que tendrá éxito? Lo que fluye a través de nosotros... no fluye a través de ese humano. ¿Será lo suficientemente receptivo? —murmuró Ayduin.
—Yo... no tengo idea —murmuró Vitalia. Un segundo más tarde, agregó:
— Pero debemos tener naturalmente fe en las creencias de Gaea.
—Eso es evidente. Mi pregunta no es por duda hacia nuestro gran ancestro, es por preocupación por ese joven humano. Basado en las palabras de Gaea... esta amenaza inminente es algo que siempre ha existido. Ser tan joven pero tener que enfrentarse a esa oposición... él es verdaderamente uno de gran infortunio —Ayduin suspiró, sintiendo compasión por Kieran.
