—Cuando la Animosidad Macabra de Kieran se manifestó, Bracca fue sumergido instantáneamente en un mundo de oscuridad saturado con circunstancias mortales de la naturaleza más vil. Su cuerpo se congeló en el escenario, temblando de horror absoluto, pero su mente no estaba tan congelada.
—¿Q-... ¿Qué es esto? —murmuró Bracca, su tono usualmente salvaje se volvía dócil ante un terror espantoso que se apoderaba de él.
En dos segundos, su esclerótica se volvió ensangrentada, y sangre comenzó a manar desde sus cuencas oculares mientras Bracca caía de rodillas. Aunque era la única persona dentro de este lúgubre mundo creado por la Animosidad Macabra de Kieran, no podía evitar sentir que algo lo arrastraba hacia la muerte. En ese mundo, su cuerpo comenzaba a decaer y desvanecerse, pero en el siguiente momento era renacido, creando un ciclo cruel de tormento que se convertía en una carga masiva para su psique.