—Unos minutos después... Kieran guió a Altair y a los demás al corredor donde se ubicaba la entrada a la Cámara de Arenas Profundas. Sin embargo, al llegar a este lugar, el equipo se dio cuenta de algunos problemas menores.
—Eh, no es por ser aguafiestas, pero... —Nemean frunció el ceño mientras miraba el enorme cráter a su lado—. ¿Fuiste tú quien causó esto?
—Sí —respondió Kieran honestamente—. Tuve un encuentro con un PNJ Titulado por mi cuenta. Digamos que la batalla se volvió... —Kieran hizo una pausa mientras buscaba la palabra adecuada—. Intensa.
—Ah —asintió Nemean, dando una mirada compleja. No obstante, cambió a otro asunto preocupante en juego—. ¿Y qué hay de entrar a este lugar? Si no me equivoco, ¿no necesitábamos un sigilo especial?
—Hm...
Kieran avanzó, colocó su mano sobre la pared donde debería estar la entrada y evaluó las posibilidades de éxito. —No debería ser necesario que confiemos en medios especiales como un sigilo.
Kieran cerró su puño y golpeó la pared.