Con el equipo ahora a caballo, viajar a través del bosque se volvió sin esfuerzo. Además, la experiencia de montar a caballo era relativamente agradable ya que los Criollos Obsidiana les acogían con agrado.
El único fallo digno de mencionar era que permanecer estables requería de los jinetes una cantidad decente de Fuerza, Control y Aguante.
Por esta razón, Kieran ofreció apoyo a Alice cuando la encontró luchando por mantenerse estable encima del Criollo Obsidiana —el secreto es anticipar el sacudón de cada movimiento del caballo y encontrar la cantidad correcta de rebote para contrarrestarlo.
—E-Entiendo… pero eso es un poco difícil —murmuró Alice mientras miraba hacia abajo ligeramente.
Kieran siguió su mirada sin entender antes de toser y mirar hacia otro lado. La fuente de su lucha era su pecho de tamaño decente, que Kieran no poseía. No importaba cuánto tratara de controlarlo, el rebote extra era inevitable dado su dotación natural.