Max lo pensó por un rato y luego decidió hacer algunas restricciones razonables parte del acuerdo en caso de que la moralidad científica fuera diferente entre las dos especies.
—Necesitaremos hacer una lista adecuada, pero ciertamente incluirá no realizar experimentos quirúrgicos y no hacer pruebas destructivas de la Nanotecnología, ya que puede tener efectos adversos tanto en el huésped que lo aceptó como en el que intenta destruir los nanobots. Querremos acceso a los resultados para nuestros propios fines científicos, y todos los sujetos deben ser mayores de edad o tener permiso parental para participar. Por el bien de la integridad ética y la verificación, un observador no afiliado debe supervisar el proceso de estudio —explicó Max.
Los ojos del hombre se iluminaron de alegría.
—¿Entonces realmente lo permitirás? —preguntó el hombre.